Crecen las tensiones entre Egipto y Arabia Saudita
Las tensiones entre Egipto y Arabia Saudita parecen agravarse, mientras se produce un posible acercamiento de El Cairo a Teherán, Damasco y Sanaa.

Según el periódico panárabe Rai al Youm, las relaciones entre El Cairo y Riad se vienen caracterizando por violentos ataques mediáticos y por intentos de las dos partes de crear alianzas económicas y políticas rivales.
Los esfuerzos sauditas para acercarse a Etiopía irritaron profundamente a EL Cairo, en tanto -a juicio de las autoridades egiopcias- suponen una amenaza para el país y, en especial, para su independencia hidráulica y la parte egipcia de las aguas del Nilo.
Hace un mes, una delegación etíope dirigida por el primer ministro Haile Mariam, visitó Arabia Saudita y fue recibida calurosamente por el rey Salman y su hijo y ministro de Defensa, Mohammed bin Salman. Las partes discutieron la cooperación militar y de defensa, entre otros temas.
Poco después, Ahmad al Khatib, alto consejero del rey saudita, viajó a Etiopía para visitar la presa de Al Nahda y hablar de inversiones saudíes en proyectos agrícolas.
Entre tanto, Riad reprocha a Al Sisi su acercamiento a Siria y, sobre todo, a Irán y este sentimiento de cólera es compartido por El Cairo, que no perdona a Arabia Saudita haber financiado la construcción de la presa de Al Nahda, en Etiopía, porque reduce el caudal de las aguas del Nilo que llegan a Egipto.
Etiopía quiere obtener una mayor cuota de agua del Nilo, a través de la presa, y dicha cuota sería a expensas del agua que normalmente va a Egipto.
En ese sentido, los esfuerzos mediadores de los Emiratos Árabes Unidos han fracasado. Durante la última reunión multilateral de los países árabes, el rey saudita ignoró los esfuerzos diplomáticos sobre una mediación de sus anfitriones, que buscaban provocar un deshielo en las relaciones Cairo y Riad. Al Sisi también optó por dejar los EAU dos horas antes de que el rey saudita arribara allí.
Expertos pronostican que las próximas semanas serán ricas en acontecimientos. Sostienen que en venganza por los actos sauditas, Egipto podría tener la tentación de acelerar el proceso de acercamiento a Siria e incluso llegar en breve tiempo a desarrollar sus vínculos con Sanaa o Teherán.
Los esfuerzos sauditas para acercarse a Etiopía irritaron profundamente a EL Cairo, en tanto -a juicio de las autoridades egiopcias- suponen una amenaza para el país y, en especial, para su independencia hidráulica y la parte egipcia de las aguas del Nilo.
Hace un mes, una delegación etíope dirigida por el primer ministro Haile Mariam, visitó Arabia Saudita y fue recibida calurosamente por el rey Salman y su hijo y ministro de Defensa, Mohammed bin Salman. Las partes discutieron la cooperación militar y de defensa, entre otros temas.
Poco después, Ahmad al Khatib, alto consejero del rey saudita, viajó a Etiopía para visitar la presa de Al Nahda y hablar de inversiones saudíes en proyectos agrícolas.
Entre tanto, Riad reprocha a Al Sisi su acercamiento a Siria y, sobre todo, a Irán y este sentimiento de cólera es compartido por El Cairo, que no perdona a Arabia Saudita haber financiado la construcción de la presa de Al Nahda, en Etiopía, porque reduce el caudal de las aguas del Nilo que llegan a Egipto.
Etiopía quiere obtener una mayor cuota de agua del Nilo, a través de la presa, y dicha cuota sería a expensas del agua que normalmente va a Egipto.
En ese sentido, los esfuerzos mediadores de los Emiratos Árabes Unidos han fracasado. Durante la última reunión multilateral de los países árabes, el rey saudita ignoró los esfuerzos diplomáticos sobre una mediación de sus anfitriones, que buscaban provocar un deshielo en las relaciones Cairo y Riad. Al Sisi también optó por dejar los EAU dos horas antes de que el rey saudita arribara allí.
Expertos pronostican que las próximas semanas serán ricas en acontecimientos. Sostienen que en venganza por los actos sauditas, Egipto podría tener la tentación de acelerar el proceso de acercamiento a Siria e incluso llegar en breve tiempo a desarrollar sus vínculos con Sanaa o Teherán.