Dimite gobierno de Kuwait tras resultado de elecciones parlamentarias
El gobierno de Kuwait dimitió en pleno luego de conocerse el resultado oficial de las elecciones parlamentarias del sábado, en las que la oposición, dominada por los islamistas, ganó casi la mitad de los escaños.

La renuncia formó parte de un procedimiento constitucional obligatorio tras las elecciones legislativas, y fue aceptada por el emir, jeque Sabah Al-Ahmad Al-Sabah, quien con seguridad volverá a nombrar como primer ministro al del Ejecutivo anterior o a otro miembro de la dinastía Al-Sabah.
Según la prensa local, el gobierno tendrá que quedar constituido antes de que la Asamblea Nacional celebre su primera sesión ordinaria, prevista para dentro de dos semanas, y estimaron muy probable que vuelva a ser dirigido por el primer ministro dimitente, jeque Jaber Mubarak Al-Sabah.
Los opositores a la familia gobernante pusieron fin a cuatro años de boicot y participaron en los comicios, lo que hace presagiar que la decimoquinta legislatura será complicada y con hondas disputas políticas, a menos que el Ejecutivo muestre voluntad de cooperar con sus adversarios.
Casi la mitad de los candidatos opositores que obtuvieron un asiento son islamistas salafistas (fundamentalistas sunnitas) o de un grupo vinculado a la Hermandad Musulmana, considerada ilegal por los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Durante la campaña electoral, la mayoría de los aspirantes a diputados prometió abiertamente que se opondría a cualquier medida de austeridad adoptada por las autoridades para compensar la contracción de los ingresos nacionales como resultado de la caída de los precios del petróleo.
La prensa destacó que, a diferencia de otros estados árabes del CCG, Kuwait posee un parlamento electo por voto popular y con poderes para incriminar e interpelar a ministros, aunque la mayoría de las carteras -sobre todo las estratégicas- están en manos de la familia gobernante Al-Sabah.
Según la prensa local, el gobierno tendrá que quedar constituido antes de que la Asamblea Nacional celebre su primera sesión ordinaria, prevista para dentro de dos semanas, y estimaron muy probable que vuelva a ser dirigido por el primer ministro dimitente, jeque Jaber Mubarak Al-Sabah.
Los opositores a la familia gobernante pusieron fin a cuatro años de boicot y participaron en los comicios, lo que hace presagiar que la decimoquinta legislatura será complicada y con hondas disputas políticas, a menos que el Ejecutivo muestre voluntad de cooperar con sus adversarios.
Casi la mitad de los candidatos opositores que obtuvieron un asiento son islamistas salafistas (fundamentalistas sunnitas) o de un grupo vinculado a la Hermandad Musulmana, considerada ilegal por los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Durante la campaña electoral, la mayoría de los aspirantes a diputados prometió abiertamente que se opondría a cualquier medida de austeridad adoptada por las autoridades para compensar la contracción de los ingresos nacionales como resultado de la caída de los precios del petróleo.
La prensa destacó que, a diferencia de otros estados árabes del CCG, Kuwait posee un parlamento electo por voto popular y con poderes para incriminar e interpelar a ministros, aunque la mayoría de las carteras -sobre todo las estratégicas- están en manos de la familia gobernante Al-Sabah.