En este sentido, Al-Abadi expresó su preocupación por el aventurerismo de Ankara y por la posibilidad de que Turquía esté buscando intervenir militarmente en el territorio iraquí, y alertó que tales acciones no tendrían más resultado que la desintegración de Turquía.

Pese a estas declaraciones, el premier expresó la esperanza de que Turquía e Irak puedan retomar el camino de la mejora de sus lazos e indicó que cualquier intento de diálogo será bien recibido.

Las declaraciones del mandatario se produjeron el mismo día en  Turquía empezó a enviar tanques y otros vehículos militares al distrito de Silopi, cerca de la frontera con Irak, pocos días después que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió  que reforzaría la presencia de las tropas turcas en Silopi.

Tras ese despliegue, el ministro turco de Defensa, Fikri Isik, declaró que el mismo forma parte de la preparación de Turquía ante importantes avances y amenazas en la región, aludiendo de esa a los acontecimientos en Irak y a los combatientes kurdos, a los que Ankara considera terroristas.