Gobierno afgano condena matanza chiita y llama a combatir el terrorismo
El presidente afgano, Ashraf Ghani, condenó el atentado registrado en una mezquita de la ciudad de Kabul, que dejó 18 muertos, 54 heridos y fue reivindicado por el grupo terrorista Daesh y llamó a la unidad nacional, la armonía sectaria y la lucha contra el terrorismo.

También denunció el ataque ocurrido en esta jornada en la provincia de Balkh, que quitó la vida a 14 personas.
El mandatario calificó como un crimen las agresiones contra los chiitas, quienes en ambos incidentes estaban en oración por la celebración de la Ashura, una de las festividades más importantes en el calendario musulmán.
A pesar de que en Afganistán conviven pacíficamente seguidores de diferentes sectas religiosas, la amenaza terrorista es cada vez mayor, en un país considerado por especialistas como uno de los más violentos del mundo.
Ghani reiteró que su gobierno continuará la lucha contra el terrorismo y la corrupción e impulsará reformas para garantizar la justicia social.
la realidad de la nación afgana oscila entre combates contra talibanes o agrupaciones de corte violento, que ni las tropas de Estados Unidos con alegados fines de ayuda erradica.
Los expertos consideran que si realmente fuera una prioridad para la Casa Blanca mejorar las condiciones de vida de los afganos, y exterminar la insurgencia y el clima de inseguridad, hace mucho tiempo lo hubiesen logrado.
Por su parte, la Cancillería iraní condenó enérgicamente los ataques a chiitas en Afganistán y los ve como prueba del rencor inagotable contra la unidad de musulmanes.
El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, trasmitió las condolencias de la nación persa al Gobierno y pueblo de Afganistán por los recientes atentados terroristas y recordó la responsabilidad de todos actores regionales e internacionales en organizar una lucha seria y verdadera contra el terrorismo.
Señaló que la matanza de personas inocentes en Afganistán muestra el rencor inagotable de los terroristas y sus patrocinadores contra la unidad del pueblo islámico.
El mandatario calificó como un crimen las agresiones contra los chiitas, quienes en ambos incidentes estaban en oración por la celebración de la Ashura, una de las festividades más importantes en el calendario musulmán.
A pesar de que en Afganistán conviven pacíficamente seguidores de diferentes sectas religiosas, la amenaza terrorista es cada vez mayor, en un país considerado por especialistas como uno de los más violentos del mundo.
Ghani reiteró que su gobierno continuará la lucha contra el terrorismo y la corrupción e impulsará reformas para garantizar la justicia social.
la realidad de la nación afgana oscila entre combates contra talibanes o agrupaciones de corte violento, que ni las tropas de Estados Unidos con alegados fines de ayuda erradica.
Los expertos consideran que si realmente fuera una prioridad para la Casa Blanca mejorar las condiciones de vida de los afganos, y exterminar la insurgencia y el clima de inseguridad, hace mucho tiempo lo hubiesen logrado.
Por su parte, la Cancillería iraní condenó enérgicamente los ataques a chiitas en Afganistán y los ve como prueba del rencor inagotable contra la unidad de musulmanes.
El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, trasmitió las condolencias de la nación persa al Gobierno y pueblo de Afganistán por los recientes atentados terroristas y recordó la responsabilidad de todos actores regionales e internacionales en organizar una lucha seria y verdadera contra el terrorismo.
Señaló que la matanza de personas inocentes en Afganistán muestra el rencor inagotable de los terroristas y sus patrocinadores contra la unidad del pueblo islámico.