Rousseff aclamada por el pueblo al abandonar el Palacio de la Alvorada
La expresidenta brasileña, Dilma Rousseff, abandonó definitivamente el Palacio de la Alvorada de Brasilia el martes ante una multitud que la aclamaba, reportó Sputnik.
Rousseff dejó su residencia oficial desde 2011 para dirigirse a Porto Alegre, donde vivirá a partir de ahora, aunque también pretende pasar temporadas en Río de Janeiro.
Durante su trayecto a pie antes de tomar el avión que la llevaría a Porto Alegre, Rousseff fue arropada por cientos de manifestantes –un millar, según los organizadores— que gritaban
consignas como "Dilma, guerrera de la patria brasileña".
Dilma repartió besos y abrazos entre los presentes, muchos de los cuales le entregaron rosas rojas, color del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
En su despedida de Brasilia, Rousseff estuvo acompañada por el ex ministro de Justicia José Eduardo Cardozo, que ha ejercido de abogado en todo el proceso del juicio político. También
estuvieron presentes los senadores Lindbergh Farias y Jorge Viana, y el exministro Miguel
Rosetto, según informó la prensa local.
Por otro lado, trascendió que el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió anular el proceso en el que está imputado por obstrucción a la justicia, acusado de intentar
comprar el silencio del exdirectivo de Petrobras Néstor Ceveró.
Los abogados del líder del izquierdista pidieron la nulidad de la acción penal y también de la declaración del exsenador Delcídio do Amaral, quien vertió las acusaciones contra Lula.
El expresidente señaló al juez que lleva el caso un total de 13 personas que podrían participar como sus testigos de defensa. Entre ellos están el presidente del Senado, Renan Calheiros; el
director del Instituto Lula, Paulo Okamotto; los diputados del PT José Mentor y Wadih Damous y la diputada del Partido Comunista de Brasil Jandira Fhegali.
Está previsto que en noviembre el juez empiece a escuchar a los testigos; en esta fase Lula puede testificar personalmente o delegar en sus abogados.
Durante su trayecto a pie antes de tomar el avión que la llevaría a Porto Alegre, Rousseff fue arropada por cientos de manifestantes –un millar, según los organizadores— que gritaban
consignas como "Dilma, guerrera de la patria brasileña".
Dilma repartió besos y abrazos entre los presentes, muchos de los cuales le entregaron rosas rojas, color del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
En su despedida de Brasilia, Rousseff estuvo acompañada por el ex ministro de Justicia José Eduardo Cardozo, que ha ejercido de abogado en todo el proceso del juicio político. También
estuvieron presentes los senadores Lindbergh Farias y Jorge Viana, y el exministro Miguel
Rosetto, según informó la prensa local.
Por otro lado, trascendió que el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió anular el proceso en el que está imputado por obstrucción a la justicia, acusado de intentar
comprar el silencio del exdirectivo de Petrobras Néstor Ceveró.
Los abogados del líder del izquierdista pidieron la nulidad de la acción penal y también de la declaración del exsenador Delcídio do Amaral, quien vertió las acusaciones contra Lula.
El expresidente señaló al juez que lleva el caso un total de 13 personas que podrían participar como sus testigos de defensa. Entre ellos están el presidente del Senado, Renan Calheiros; el
director del Instituto Lula, Paulo Okamotto; los diputados del PT José Mentor y Wadih Damous y la diputada del Partido Comunista de Brasil Jandira Fhegali.
Está previsto que en noviembre el juez empiece a escuchar a los testigos; en esta fase Lula puede testificar personalmente o delegar en sus abogados.