Celebran nicaragüenses aniversario 37 de la Revolución Popular Sandinista
Cientos de miles de nicaragüenses reafirmaron su respaldo al presidente Daniel Ortega, en un multitudinario acto para celebrar el aniversario 37 de la Revolución Popular Sandinista.

Durante la velada, el pueblo allí dejó claro su mensaje de apoyo a las políticas sociales, económicas y culturales que impulsa el gobierno sandinista. Los jóvenes se hicieron sentir con su alegría y espontaneidad, conscientes y protagonistas de los cambios que vive Nicaragua, cuyos avances en diversos órdenes son aplaudidos y reconocidos por naciones y organismos internacionales.
El acto también contó con la presencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el jefe de Estado de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Igualmente participaron delegaciones de Colombia, Chile, México, Honduras, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana y Vietnam, entre otras.
En su intervención, el mandatario nicaragüense llamó a las potencias a poner fin a las guerras y a la desestabilización de los gobiernos progresistas y destinar los recursos que emplean para ello en programas sociales que beneficien a los más humildes.
Señaló que es posible erradicar problemas globales como la pobreza, el auge del terrorismo y el calentamiento global si se dejará de fomentar el belicismo.
A juicio de Ortega, existen condiciones y los medios para erradicar esos flagelos, pero en cambio los poderosos destinan riquezas para impulsar conflictos bélicos y la explotación.
Enfatizó que las herramientas para enfrentar los desafíos actuales son las ideas, el pensamiento y los valores.
A su turno, Díaz-Canel reiteró la incondicional amistad de su país con el pueblo de Nicaragua y el FSLN.
Refirió que la garantía de la continuidad de la Revolución está en la unidad del pueblo y en el respaldo mayoritario al gobierno que encabeza el FSLN, bajó la conducción de Daniel Ortega.
En otro momento, Díaz-Canel leyó un mensaje del presidente cubano, Raúl Castro, en el que destaca el proceso de transformaciones revolucionarias llevadas a cabo en la nación centroamericana en beneficio del pueblo y especialmente de los más humildes.
Por su parte, Maduro aseguró que la derecha internacional no podrá contra la Revolución bolivariana y afirmó que su país y Nicaragua están unidos en la ruta de la dignidad de los pueblos.
También denunció los intentos de la derecha de derrocar los gobiernos progresistas de la región. Consideró a Nicaragua como un faro de luz para los revolucionarios de Latinoamérica y el Caribe en la lucha por el progreso, la paz e integración de los pueblos.
En su intervención, Sánchez Cerén afirmó que el FSLN consolida las esperanzas de los pueblos y resulta posible construir sociedades más justas y prósperas.
Manifestó su reconocimiento y admiración al FSLN por cumplir los sueños del pueblo nicaragüense.
Dijo que el triunfo de la Revolución sandinista significó la apertura de nuevos caminos, no solo para Nicaragua, sino para América Latina.
Para Sánchez Cerén, la concentración que se dio cita en la plaza de La Fe constituyó un homenaje a los próceres de Latinoamérica y el Caribe que ofrecieron sus vidas por la libertad y la justicia.
El acto también contó con la presencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el jefe de Estado de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Igualmente participaron delegaciones de Colombia, Chile, México, Honduras, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana y Vietnam, entre otras.
En su intervención, el mandatario nicaragüense llamó a las potencias a poner fin a las guerras y a la desestabilización de los gobiernos progresistas y destinar los recursos que emplean para ello en programas sociales que beneficien a los más humildes.
Señaló que es posible erradicar problemas globales como la pobreza, el auge del terrorismo y el calentamiento global si se dejará de fomentar el belicismo.
A juicio de Ortega, existen condiciones y los medios para erradicar esos flagelos, pero en cambio los poderosos destinan riquezas para impulsar conflictos bélicos y la explotación.
Enfatizó que las herramientas para enfrentar los desafíos actuales son las ideas, el pensamiento y los valores.
A su turno, Díaz-Canel reiteró la incondicional amistad de su país con el pueblo de Nicaragua y el FSLN.
Refirió que la garantía de la continuidad de la Revolución está en la unidad del pueblo y en el respaldo mayoritario al gobierno que encabeza el FSLN, bajó la conducción de Daniel Ortega.
En otro momento, Díaz-Canel leyó un mensaje del presidente cubano, Raúl Castro, en el que destaca el proceso de transformaciones revolucionarias llevadas a cabo en la nación centroamericana en beneficio del pueblo y especialmente de los más humildes.
Por su parte, Maduro aseguró que la derecha internacional no podrá contra la Revolución bolivariana y afirmó que su país y Nicaragua están unidos en la ruta de la dignidad de los pueblos.
También denunció los intentos de la derecha de derrocar los gobiernos progresistas de la región. Consideró a Nicaragua como un faro de luz para los revolucionarios de Latinoamérica y el Caribe en la lucha por el progreso, la paz e integración de los pueblos.
En su intervención, Sánchez Cerén afirmó que el FSLN consolida las esperanzas de los pueblos y resulta posible construir sociedades más justas y prósperas.
Manifestó su reconocimiento y admiración al FSLN por cumplir los sueños del pueblo nicaragüense.
Dijo que el triunfo de la Revolución sandinista significó la apertura de nuevos caminos, no solo para Nicaragua, sino para América Latina.
Para Sánchez Cerén, la concentración que se dio cita en la plaza de La Fe constituyó un homenaje a los próceres de Latinoamérica y el Caribe que ofrecieron sus vidas por la libertad y la justicia.