Cancilleres de Mercosur debatirán si Venezuela puede asumir Presidencia Pro Tempore
La reunión de cancilleres del Mercado Común del Sur (Mercosur), con sede en Montevideo, debatirá si Venezuela debe asumir la Presidencia Pro Tempore del grupo integracionista, cuestión que provoca expectativas entre analistas y políticos venezolanos.
La ministra venezolana de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, denunció la ofensiva de la derecha antidemocrática en el bloque, con la intención de entorpecer el proceso de entrega de la Presidencia.
La diplomática bolivariana, en una reunión con senadores, diputados, representantes sindicales y del Frente Amplio de Uruguay, que acompañan la gestión de gobierno del presidente Tabaré Vázquez, precisó que Venezuela estará presente en la cita para exponer los argumentos legales, políticos y éticos que amparan el traspaso y defenderá el derecho de su país a dirigir Mercosur.
A juicio de expertos, el debate a iniciarse este lunes se producirá en un momento delicado del bloque, cuando en sesiones recientes de la Organización de Estados Americanos (OEA), su secretario general, Luis Almagro, ha intentado sancionar a Venezuela por supuesta ruptura del orden democrático.
Por su parte, Argentina, Paraguay y Brasil, integrantes del grupo regional, se oponen a la transferencia, con el alegato de que la inestabilidad en la nación caribeña, andina y amazónica, afectará la negociación del acuerdo de libre comercio entre los Estados miembros y tendrá una imagen negativa ante los socios europeos.
Rodríguez calificó de insolentes las declaraciones del canciller de facto de Brasil, José Serra, quien desconoce la voluntad de los brasileños que escogieron a Dilma Rousseff.
Además, lo acusó de sumarse a la conjura de la derecha internacional contra Venezuela, y de promover la injerencia en los asuntos internos de su país.
¿Cómo puede hablar de democracia un gobierno que llegó producto de un golpe de Estado? ¿Con qué moral hablan? Ya basta de doble estándar, de doble moral, expresó.
El Gobierno bolivariano ha reiterado en disímiles escenarios internacionales su disposición a establecer un diálogo con la oposición, sin condicionamientos, para buscar una solución consensuada a la situación del país.
Sin embargo, la derecha ha rechazado continuamente esta posibilidad y se decanta por una agenda política colmada de subterfugios, con el objetivo de crear una situación de caos social y asfixia económica, para facilitar una intervención militar.
La diplomática bolivariana, en una reunión con senadores, diputados, representantes sindicales y del Frente Amplio de Uruguay, que acompañan la gestión de gobierno del presidente Tabaré Vázquez, precisó que Venezuela estará presente en la cita para exponer los argumentos legales, políticos y éticos que amparan el traspaso y defenderá el derecho de su país a dirigir Mercosur.
A juicio de expertos, el debate a iniciarse este lunes se producirá en un momento delicado del bloque, cuando en sesiones recientes de la Organización de Estados Americanos (OEA), su secretario general, Luis Almagro, ha intentado sancionar a Venezuela por supuesta ruptura del orden democrático.
Por su parte, Argentina, Paraguay y Brasil, integrantes del grupo regional, se oponen a la transferencia, con el alegato de que la inestabilidad en la nación caribeña, andina y amazónica, afectará la negociación del acuerdo de libre comercio entre los Estados miembros y tendrá una imagen negativa ante los socios europeos.
Rodríguez calificó de insolentes las declaraciones del canciller de facto de Brasil, José Serra, quien desconoce la voluntad de los brasileños que escogieron a Dilma Rousseff.
Además, lo acusó de sumarse a la conjura de la derecha internacional contra Venezuela, y de promover la injerencia en los asuntos internos de su país.
¿Cómo puede hablar de democracia un gobierno que llegó producto de un golpe de Estado? ¿Con qué moral hablan? Ya basta de doble estándar, de doble moral, expresó.
El Gobierno bolivariano ha reiterado en disímiles escenarios internacionales su disposición a establecer un diálogo con la oposición, sin condicionamientos, para buscar una solución consensuada a la situación del país.
Sin embargo, la derecha ha rechazado continuamente esta posibilidad y se decanta por una agenda política colmada de subterfugios, con el objetivo de crear una situación de caos social y asfixia económica, para facilitar una intervención militar.