Putin denuncia pretensiones injerencistas de EE.UU. en Rusia
El presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó los intentos de imposición y de injerencias de Estados Unidos en los asuntos internos de Rusia, unido a la política expansionista de la OTAN y de contención.
Durante su intervención en el plenario del Foro Económico de San Petersburgo, Putin estimó que el mundo podría necesitar un país potente como Estados Unidos, pero Rusia no necesitaba que la superpotencia se inmiscuyera de manera constante en la vida interna rusa.
El mandatario rechazó las pretensiones de Washington de querer dictar las condiciones de vida y de impedir a la Unión Europea construir relaciones con Rusia.
Putin denunció la ampliación de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) hacia las fronteras rusas, estrategia catalogada por Moscú como ofensiva y lesiva a la seguridad nacional.
También criticó que tras la desaparición de la supuesta amenaza nuclear iraní, el sistema anticoheteril de la OTAN siguió fortaleciéndose, bajo la batuta de Estados Unidos.
El jefe de Estado ruso aludió el apoyo de Occidente a las llamadas revoluciones de colores, en las que incluyó el golpe de Estado en Ucrania, en febrero de 2014.
En ese sentido, señaló que el golpe en Kiev fue respaldado por gobiernos occidentales para justificar la existencia de la OTAN.
El estadista instó a los políticos occidentales, en particular a los europeos, a converger con los empresarios y mostrar sabiduría, visión de futuro y flexibilidad. Asimismo, emplazó a la Unión Europea a restituir la confianza y el nivel de interacción mutua.
El mandatario rechazó las pretensiones de Washington de querer dictar las condiciones de vida y de impedir a la Unión Europea construir relaciones con Rusia.
Putin denunció la ampliación de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) hacia las fronteras rusas, estrategia catalogada por Moscú como ofensiva y lesiva a la seguridad nacional.
También criticó que tras la desaparición de la supuesta amenaza nuclear iraní, el sistema anticoheteril de la OTAN siguió fortaleciéndose, bajo la batuta de Estados Unidos.
El jefe de Estado ruso aludió el apoyo de Occidente a las llamadas revoluciones de colores, en las que incluyó el golpe de Estado en Ucrania, en febrero de 2014.
En ese sentido, señaló que el golpe en Kiev fue respaldado por gobiernos occidentales para justificar la existencia de la OTAN.
El estadista instó a los políticos occidentales, en particular a los europeos, a converger con los empresarios y mostrar sabiduría, visión de futuro y flexibilidad. Asimismo, emplazó a la Unión Europea a restituir la confianza y el nivel de interacción mutua.