Obama: Mi peor error fue no prever las consecuencias de la intervención en Libia
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió que la invasión a Libia fue el peor error de su Gobierno al no prever las consecuencias de dicha ofensiva.

En una entrevista para la cadena norteamericana Fox News, Obama expresó: Mi peor error fue, probablemente, no planificar el día después de la intervención en Libia, cosa que creo que había que hacer.
Para algunos analistas, la intervención estadounidense en Libia en 2011 fue el mayor fracaso de Obama como mandatario, al no plantearse dos veces las consecuencias de la incursión ofensiva, de la cual el país norteafricano se vio sumido en el caos absoluto, mientras que el mayor logro obtenido fue salvar la economía norteamericana de la gran depresión.
Tras la intervención, Libia fue presa de la anarquía, se sumió en una lucha por poder que desembocó en la desintegración del país y el crecimiento del radicalismo en mano de grupos terroristas afines a la banda takfiri Daesh, que operan en Siria e Irak.
En ese contexto, Obama recientemente criticó a Francia y Reino Unido por involucrarse poco en Libia tras el derrocamiento del Muammar Gadafi.
A juicio del presidente de Estados Unidos, la inacción de los aliados europeos permitió que Libia se desgarrara por la violencia interna entre los grupos armados que controlan varios zonas de ese territorio.
El desgobierno que vive Libia ha propiciado que grupos terroristas actúen a sus anchas en ese territorio, y permite a EE.UU., y sus aliados occidentales -con el pretexto de erradicarlos- hablar de nuevo de una posible intervención en este país africano, mientras sus operaciones contra Daesh en Medio Oriente Medio no ha tenido eficacia alguna.
Para algunos analistas, la intervención estadounidense en Libia en 2011 fue el mayor fracaso de Obama como mandatario, al no plantearse dos veces las consecuencias de la incursión ofensiva, de la cual el país norteafricano se vio sumido en el caos absoluto, mientras que el mayor logro obtenido fue salvar la economía norteamericana de la gran depresión.
Tras la intervención, Libia fue presa de la anarquía, se sumió en una lucha por poder que desembocó en la desintegración del país y el crecimiento del radicalismo en mano de grupos terroristas afines a la banda takfiri Daesh, que operan en Siria e Irak.
En ese contexto, Obama recientemente criticó a Francia y Reino Unido por involucrarse poco en Libia tras el derrocamiento del Muammar Gadafi.
A juicio del presidente de Estados Unidos, la inacción de los aliados europeos permitió que Libia se desgarrara por la violencia interna entre los grupos armados que controlan varios zonas de ese territorio.
El desgobierno que vive Libia ha propiciado que grupos terroristas actúen a sus anchas en ese territorio, y permite a EE.UU., y sus aliados occidentales -con el pretexto de erradicarlos- hablar de nuevo de una posible intervención en este país africano, mientras sus operaciones contra Daesh en Medio Oriente Medio no ha tenido eficacia alguna.