Correa advierte a embajador de EE.UU. no interferir en la política del país
El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, pidió al nuevo embajador estadounidense en Quito, Tood Chapman, no inmiscuirse en la política del país.

Durante una entrevista de radio, Correa recordó que el diplomático no puede interferir en temas de política interna.
En 2013 Correa tildó de “metidito” y “malcriadito” al exembajador norteamericano en Ecuador, Adam Namm, por expresar sus preocupaciones respecto a la libertad de expresión en el país durante un acto por el Día Mundial de la Libertad de Prensa, en momentos en los que Quito estaba siendo cuestionado por la disolución de la organización no gubernamental Fundamedios.
Rememoró que en 2011, Ecuador y Estados Unidos sufrieron un impasse diplomático que derivó en la salida de la entonces embajadora, Heather Hodges. En respuesta, la Casa Blanca expulsó en aquel momento al embajador ecuatoriano en Washington, Luis Gallegos.
Durante los últimos años, las autoridades ecuatorianas han denunciado en reiteradas ocasiones las intervenciones de EE.UU. en sus asuntos internos e incluso externos, y han acusado a Washington de violar la soberanía del país latinoamericano, además de apoyar a la oposición para desestabilizar la nación y derrocar a Correa.
En julio de 2015, la diputada ecuatoriana María Augusta Calle reveló que EE.UU. destinó 2 mil millones de dólares para desestabilizar a los países de América Latina, mientras denunció que los actos de desestabilización frente a las propuestas de redistribución de la riqueza, mediante las leyes de herencia y plusvalía, son el fruto de esta financiación.
En 2013 Correa tildó de “metidito” y “malcriadito” al exembajador norteamericano en Ecuador, Adam Namm, por expresar sus preocupaciones respecto a la libertad de expresión en el país durante un acto por el Día Mundial de la Libertad de Prensa, en momentos en los que Quito estaba siendo cuestionado por la disolución de la organización no gubernamental Fundamedios.
Rememoró que en 2011, Ecuador y Estados Unidos sufrieron un impasse diplomático que derivó en la salida de la entonces embajadora, Heather Hodges. En respuesta, la Casa Blanca expulsó en aquel momento al embajador ecuatoriano en Washington, Luis Gallegos.
Durante los últimos años, las autoridades ecuatorianas han denunciado en reiteradas ocasiones las intervenciones de EE.UU. en sus asuntos internos e incluso externos, y han acusado a Washington de violar la soberanía del país latinoamericano, además de apoyar a la oposición para desestabilizar la nación y derrocar a Correa.
En julio de 2015, la diputada ecuatoriana María Augusta Calle reveló que EE.UU. destinó 2 mil millones de dólares para desestabilizar a los países de América Latina, mientras denunció que los actos de desestabilización frente a las propuestas de redistribución de la riqueza, mediante las leyes de herencia y plusvalía, son el fruto de esta financiación.