Iraq: captura de alto dirigente de DAESH en Ramadi mientras continua ofensiva en Mosul
Tropas iraquíes capturaron a un cabecilla del Estado Islámico (EI) en Ramadi, en medio de previsiones optimistas de extender su ofensiva a Mosul, mientras medios locales reportaron hoy obstáculos debido a la resistencia de los terroristas.

El canal televisivo Al-Sumaria reportó que un "emir" (jefe) del EI en Ramadi identificado como Abu Bakr fue arrestado en una operación conjunta de la 16 División de Infantería del Ejército de Iraq y una unidad de la inteligencia militar.
La acción se insertó en la campaña que desde la semana pasada lanzó el gobierno de Bagdad para reconquistar la capital de la provincia occidental de Al-Anbar, donde el mando castrense asegura que llegó hasta el centro de la urbe y cercó varios destacamentos del Daesh, acrónimo árabe de EI.
Según el Ejército, las escaramuzas combinadas con fuerzas de seguridad federales y miembros de tribus sunitas, asistidas por bombardeos aéreos de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, obligaron a algunos cabecillas a huir de sus escondites en la estratégica ciudad.
Numerosos jefes y miembros del grupo extremista escaparon hacia las regiones de Soufiya y Sajariya, en el oriente de la ciudad, debido a los intensivos y continuos ataques de la artillería y de los bombardeos aéreos, relató el portavoz de la policía provincial, Yasser al-Dulaimi.
Los residentes de la urbe saludaron el ingreso de los efectivos regulares que tras liberar partes del centro, se dirigen hacia el barrio sureño de Al-Humaira, al tiempo que fuerzas especiales atacaron bastiones del Daesh en el vecindario Al-Zubat y empezaron a rastrear edificios en Al-Hoz.
Pese a que Bagdad destaca progresos significativos como alcanzar el río Tigris, entrar en el centro de Ramadi y cruzar el puente Al-Khor, la colocación de bombas y otros explosivos por los islamistas forzó a aminorar la intensidad del avance gubernamental.
Fuerzas de la Hashd al-Shaabi o Movilización Popular, integrada básicamente por voluntarios chiitas, se limitan a ayudar al Ejército, pero en las acciones tienen mayor protagonismo los miembros de tribus sunitas, para evitar fricciones sectarias, indicó un comentarista de Al-Sumaria.
El primer ministro iraquí, Haider Al-Abadi, anunció el viernes que la marcha de la ofensiva antiterrorista hace prever que Ramadi quedará pronto libre del EI, y el siguiente paso sería recapturar "la querida Mosul", la capital de la norteña Nínive tomada por los extremistas en junio de 2014.
La toma de Ramadi daría al Ejército un gran estímulo psicológico en su acción hacia Mosul, la segunda ciudad del país, y si logran recuperarla privarían al Deash de su mayor centro urbano en Iraq y Siria, desmantelando la estructura estatal del califato que autoproclamó allí, opinaron expertos.
Paralelo a las operaciones iniciadas el martes en Ramadi, las fuerzas de seguridad intensificaron desde el jueves sus ataques en el oriente de Mosul, donde mataron e hirieron a más de 30 terroristas, incluidos algunos de países árabes, y confiscaron armas y vehículos artillados.
La acción se insertó en la campaña que desde la semana pasada lanzó el gobierno de Bagdad para reconquistar la capital de la provincia occidental de Al-Anbar, donde el mando castrense asegura que llegó hasta el centro de la urbe y cercó varios destacamentos del Daesh, acrónimo árabe de EI.
Según el Ejército, las escaramuzas combinadas con fuerzas de seguridad federales y miembros de tribus sunitas, asistidas por bombardeos aéreos de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos, obligaron a algunos cabecillas a huir de sus escondites en la estratégica ciudad.
Numerosos jefes y miembros del grupo extremista escaparon hacia las regiones de Soufiya y Sajariya, en el oriente de la ciudad, debido a los intensivos y continuos ataques de la artillería y de los bombardeos aéreos, relató el portavoz de la policía provincial, Yasser al-Dulaimi.
Los residentes de la urbe saludaron el ingreso de los efectivos regulares que tras liberar partes del centro, se dirigen hacia el barrio sureño de Al-Humaira, al tiempo que fuerzas especiales atacaron bastiones del Daesh en el vecindario Al-Zubat y empezaron a rastrear edificios en Al-Hoz.
Pese a que Bagdad destaca progresos significativos como alcanzar el río Tigris, entrar en el centro de Ramadi y cruzar el puente Al-Khor, la colocación de bombas y otros explosivos por los islamistas forzó a aminorar la intensidad del avance gubernamental.
Fuerzas de la Hashd al-Shaabi o Movilización Popular, integrada básicamente por voluntarios chiitas, se limitan a ayudar al Ejército, pero en las acciones tienen mayor protagonismo los miembros de tribus sunitas, para evitar fricciones sectarias, indicó un comentarista de Al-Sumaria.
El primer ministro iraquí, Haider Al-Abadi, anunció el viernes que la marcha de la ofensiva antiterrorista hace prever que Ramadi quedará pronto libre del EI, y el siguiente paso sería recapturar "la querida Mosul", la capital de la norteña Nínive tomada por los extremistas en junio de 2014.
La toma de Ramadi daría al Ejército un gran estímulo psicológico en su acción hacia Mosul, la segunda ciudad del país, y si logran recuperarla privarían al Deash de su mayor centro urbano en Iraq y Siria, desmantelando la estructura estatal del califato que autoproclamó allí, opinaron expertos.
Paralelo a las operaciones iniciadas el martes en Ramadi, las fuerzas de seguridad intensificaron desde el jueves sus ataques en el oriente de Mosul, donde mataron e hirieron a más de 30 terroristas, incluidos algunos de países árabes, y confiscaron armas y vehículos artillados.