Dificultades en decodificación de caja negra de Su-24, admite Rusia
Rusia confirmó que por el momento es imposible decodificar los datos de la caja negra del cazabombardero Su-24, derribado en territorio de Siria por aviones de la Fuerza Aérea de Turquía.

El vicejefe del Servicio de Seguridad de Vuelos de las Fuerzas Armadas, teniente general Serguei Bainetov, afirmó hoy que por ahora no es posible realizar esa lectura porque el dispositivo presenta graves daños.
Según la fuente, los esquemas de la memoria presentan daños internos, y la comisión creada por Moscú evalúa la posibilidad de invitar a instituciones especializadas de investigaciones científicas de Rusia con posibilidades de extraer esta información directamente de los cristales del microesquema.
Añadió que 13 de los 16 microesquemas quedaron destruidos y lograr su decodificación, incluso con el apoyo de especialistas extranjeros, requerirá mucho tiempo.
Bainetov reiteró el compromiso de la parte rusa con la realización de todo el esfuerzo necesario para cumplir exitosamente ese objetivo, y comentó que los observadores internacionales presentes no manifestaron objeción alguna con el trabajo efectuado con las cajas negras de la nave siniestrada por Turquía.
Intervinieron en el análisis de los datos el representante de la Fuerza Aérea de China, Liu Chan Wei, el británico asistente del director general de Gates Aviation Ltd Jonathan Gillespie, y dos estadounidenses en representación de la Asociación Internacional de Investigación de Accidentes Aéreos.
El canal Rossiya 24 trasmitió en directo el 18 de diciembre último el vaciado de la caja negra del Su-24 ante periodistas y expertos internacionales.
El vicejefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, el general Serguei Dronov, explicó al comienzo de la transmisión que es un propósito asegurar las máximas objetividad y transparencia en esta investigación.
Precisó la fuente que con ese objetivo se invitó a especialistas de 14 países en calidad de observadores, sin embargo, solo respondieron positivamente expertos de China, Estados Unidos y Reino Unido.
El ministro de Defensa, general de Ejército Serguei Shoigú, entregó al presidente Vladimir Putin ante las cámaras de la televisión nacional hace dos semanas el artefacto anaranjado ("caja negra"), que contiene los parámetros del vuelo y las grabaciones correspondientes.
Durante la conversación, Putin orientó a su interlocutor que el paquete se desprecintara y se decodificaran sus datos solo en presencia de expertos internacionales.
En la transmisión se observó cómo era desarmado con dificultad el artefacto de construcción tipo "Matrioshka" (un contenedor duro y hermético de seguridad dentro de otro) hasta que al final quedó al descubierto una tarjeta portadora de información digital.
Al margen de esta investigación, Putin advirtió que Rusia no cambiará de actitud en relación con Turquía tras la lectura de los datos contenidos en la caja negra.
Según la fuente, los esquemas de la memoria presentan daños internos, y la comisión creada por Moscú evalúa la posibilidad de invitar a instituciones especializadas de investigaciones científicas de Rusia con posibilidades de extraer esta información directamente de los cristales del microesquema.
Añadió que 13 de los 16 microesquemas quedaron destruidos y lograr su decodificación, incluso con el apoyo de especialistas extranjeros, requerirá mucho tiempo.
Bainetov reiteró el compromiso de la parte rusa con la realización de todo el esfuerzo necesario para cumplir exitosamente ese objetivo, y comentó que los observadores internacionales presentes no manifestaron objeción alguna con el trabajo efectuado con las cajas negras de la nave siniestrada por Turquía.
Intervinieron en el análisis de los datos el representante de la Fuerza Aérea de China, Liu Chan Wei, el británico asistente del director general de Gates Aviation Ltd Jonathan Gillespie, y dos estadounidenses en representación de la Asociación Internacional de Investigación de Accidentes Aéreos.
El canal Rossiya 24 trasmitió en directo el 18 de diciembre último el vaciado de la caja negra del Su-24 ante periodistas y expertos internacionales.
El vicejefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, el general Serguei Dronov, explicó al comienzo de la transmisión que es un propósito asegurar las máximas objetividad y transparencia en esta investigación.
Precisó la fuente que con ese objetivo se invitó a especialistas de 14 países en calidad de observadores, sin embargo, solo respondieron positivamente expertos de China, Estados Unidos y Reino Unido.
El ministro de Defensa, general de Ejército Serguei Shoigú, entregó al presidente Vladimir Putin ante las cámaras de la televisión nacional hace dos semanas el artefacto anaranjado ("caja negra"), que contiene los parámetros del vuelo y las grabaciones correspondientes.
Durante la conversación, Putin orientó a su interlocutor que el paquete se desprecintara y se decodificaran sus datos solo en presencia de expertos internacionales.
En la transmisión se observó cómo era desarmado con dificultad el artefacto de construcción tipo "Matrioshka" (un contenedor duro y hermético de seguridad dentro de otro) hasta que al final quedó al descubierto una tarjeta portadora de información digital.
Al margen de esta investigación, Putin advirtió que Rusia no cambiará de actitud en relación con Turquía tras la lectura de los datos contenidos en la caja negra.