Cancilleres ruso y estadounidense dialogan en Viena sobre lucha antiterrorista en Oriente Medio. Eliminan a 34 mercenarios chechenos infiltrados en Siria al servicio de Estado Islámico
El canciller ruso, Serguei Lavrov, y su par estadounidense, John Kerry, se reunirán en Viena -por encargo de cada uno de sus presidentes- para dialogar sobre la lucha contra el terrorismo en el Oriente Medio y enfatizar en el enfrentamiento al denominado Estado Islámico (EI), precisaron fuentes diplomáticas.

La web del Ministerio de Asuntos
Exteriores de Moscú suministró reportes sobre la conversación telefónica
entre los mandatarios Vladimir Putin y Barack Obama, el pasado 26 de junio,
para debatir sobre la guerra antiterrorista, y el recibimiento en Moscú al
ministro sirio de Asuntos Exteriores, Wallid Muallen, quien dialogó con el
Presidente ruso acerca del enfrentamiento a los terroristas en aquella región
árabe.
Moscú insiste en que todos los actores
regionales y foráneos unan esfuerzos en el combate contra la amenaza común del
terrorismo y el extremismo, y propone formar una coalición en el futuro. en ese
sentido, la agencia de noticias TASS opinó que ahora las condiciones para
alcanzar ese objetivo son más favorables que nunca antes.
Lavrov recordó que el esfuerzo conjunto
de enfrentar el terrorismo no debe ser ensombrecido por ninguna aspiración
geopolítica, y comentó que cualquier apertura hacia esos elementos retorna como
"un sangriento boomerang".

Al referirse al diálogo con Kerry en
Viena, el diplomático ruso subrayó que prestarán atención a los intereses
comunes de Moscú, Washington y todos los países en la prevención contra los
planes del denominado EI.
Mientras los cancilleres de Rusia y
Estados Unidos intercambiarán opiniones sobre cómo juntar los esfuerzos para
combatir el terrorismo en Oriente Medio, una operación de inteligencia del
Ejército sirio eliminó a 34 mercenarios chechenos, entrenados en Jordania como
francotiradores, e infiltrados en Siria para incorporarse al grupo terrorista
Estado Islámico (EI).
Fuentes locales explicaron que los
mercenarios chechenos se concentraron en la localidad de Sidón, en la sureña
provincia de Daraa, donde fueron abatidos mientras permanecían reunidos con
cabecillas del grupo EI.

Tres días antes, otro operativo de
inteligencia permitió aniquilar a 18 jefes rebeldes del grupo terrorista Frente
al-Nusra y el Ejército Libre Sirio, durante un ataque a una reunión de estos
elementos en la provincia de Daraa. También fueron destruidos dos vehículos
-uno de ellos portador de una lanzadera de cohetes- en los alrededores de la
mezquita de al-Omari, al sur de la carretera al-Sadd.
Voceros de las fuerzas armadas
confirmaron además que el ejército destruyó campamentos rebeldes y vehículos
equipados con ametralladoras en Daraa al-Balad y eliminó a un comando de
armados antigubernamentales que intentó atacar un puesto de control militar en
Tal al-Za'tar.
Por su parte, este martes terroristas
del EI colocaron minas en parte de la frontera entre Siria y Turquía, en los
límites que dividen a la ciudad turca de Karkamis, y la localidad de Jarablus,
en la provincia de Alepo.
Según el diario Milliyet, estas acciones
provocaron un desplazamiento inmediato de carros blindados y tropas del
ejército de Turquía en la zona fronteriza. En estos momentos ondea la bandera
del grupo terrorista Estado Islámico a escasos 30 metros del paso fronterizo
entre los dos países.
La frontera sirio-turca sirve como paso
de miles mercenarios entrenados por Ankara, con el beneplácito y el
financiamiento de Estados Unidos, quienes engrosan las filas de las bandas
terroristas del EI y el Frente al-Nusra, que operan en este país árabe.

Recientemente el mencionado periódico
turco reveló un plan del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan que
pretende construir un muro de hormigón a todo lo largo de los 911 kilómetros de
frontera entre ambos países, a un costo de 7,5 millones dólares.
El proyecto prevé levantar un muro de
3,5 metros de alto, a lo que se añadirían una alambrada y cámaras de seguridad.
Otro medio de prensa turco, el
Cumhuriyet, puso al descubierto el contubernio de los servicios de inteligencia
de Ankara en el tráfico de armas y municiones a través de la frontera,
destinadas a los grupos armados que combaten contra el ejército nacional sirio.