Elecciones locales en España: Avance de fuerzas emergentes pone fin a mayorías absolutas

La irrupción en las elecciones regionales y municipales de los nuevos partidos y plataformas ciudadanas revolucionó el bipartidismo reinante hasta este domingo en el panorama político español.
El llamado bipartidismo -formado por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)- sufrió un duro percance al lograr alrededor del 50 por ciento de los votos, muy por debajo del 65,3 por ciento alcanzado hace cuatro años.
Tanto el PP como el PSOE, a diferencia de lo que ocurría tradicionalmente, necesitarán ahora apoyo de otras fuerzas en los lugares en que podrán gobernar y en algunos incluso quedarán fuera del gobierno.
El PP no pudo, ni siquiera, asegurar sus bastiones de la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, mientras la oposición tiene opciones de arrebatarle el gobierno en al menos seis plazas si logra acuerdos que en algunas partes deberán ser tripartitos.
Para algunos especialistas en el tema, pese al retroceso del PP y PSOE, estas siguen siendo las dos formaciones más votadas con más de un 27% y 25%, cuando se había escrutado el 90% de los sufragios.
El PP permanece como primera fuerza a nivel estatal, aunque con 10 puntos menos que en 2011. El PSOE es la segunda, con un retroceso de 2 puntos respecto a la elección de hace cuatro años.
Si bien en la mayoría de las 13 de las 17 comunidades autónomas que estaban en juego el PP resultó el partido más votado, la formación del presidente Mariano Rajoy pierde todas sus mayorías absolutas.
Lo cierto es que los resultados de estos comicios locales indican el viraje de la intención de voto popular a pocos meses de realizarse las elecciones generales, previstas para fines de año en una fecha aún por precisar.
Como elemento novedoso en el caso de las municipales es la aparición de coaliciones de movimientos sociales y partidos de izquierda que, incluso, podrán gobernar en Madrid y Barcelona, en dependencia de las alianzas que puedan lograr de cara al futuro.
Con un programa cercano a la izquierda, Podemos, mostró ser una fuerza a tomar en cuenta para las próximas elecciones generales, aunque no participó con su marca en las elecciones municipales sino en alianzas con movimientos sociales y otras formaciones.
Opinan expertos que Podemos, creado a principios de 2014 a partir de las protestas ciudadanas contra las políticas de austeridad de Rajoy, convenció a muchos con su discurso a favor de una regeneración de la vida política, muy afectada por los escándalos de corrupción que caracteriza a los dos partidos tradicionales.
De otro lado, con posiciones de centroderecha, se ubicó también entre los grandes de la política española Ciudadanos, una agrupación menor en Cataluña que se lanzó a la liza nacional apenas hace unos meses. Ciudadanos se convirtió en el tercer partido en los municipios con más de un millón de votos para sus mil candidaturas presentadas del total de ocho mil 122 ayuntamientos.
Según algunos analistas, los grandes perdedores de la jornada, sin embargo, son Izquierda Unida, coalición formada en torno al Partido Comunista, y Unión, Progreso y Democracia (UP y D), formación centrista que ha sido desplazada por Ciudadanos.
El llamado bipartidismo -formado por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)- sufrió un duro percance al lograr alrededor del 50 por ciento de los votos, muy por debajo del 65,3 por ciento alcanzado hace cuatro años.
Tanto el PP como el PSOE, a diferencia de lo que ocurría tradicionalmente, necesitarán ahora apoyo de otras fuerzas en los lugares en que podrán gobernar y en algunos incluso quedarán fuera del gobierno.
El PP no pudo, ni siquiera, asegurar sus bastiones de la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, mientras la oposición tiene opciones de arrebatarle el gobierno en al menos seis plazas si logra acuerdos que en algunas partes deberán ser tripartitos.
Para algunos especialistas en el tema, pese al retroceso del PP y PSOE, estas siguen siendo las dos formaciones más votadas con más de un 27% y 25%, cuando se había escrutado el 90% de los sufragios.
El PP permanece como primera fuerza a nivel estatal, aunque con 10 puntos menos que en 2011. El PSOE es la segunda, con un retroceso de 2 puntos respecto a la elección de hace cuatro años.
Si bien en la mayoría de las 13 de las 17 comunidades autónomas que estaban en juego el PP resultó el partido más votado, la formación del presidente Mariano Rajoy pierde todas sus mayorías absolutas.
Lo cierto es que los resultados de estos comicios locales indican el viraje de la intención de voto popular a pocos meses de realizarse las elecciones generales, previstas para fines de año en una fecha aún por precisar.
Como elemento novedoso en el caso de las municipales es la aparición de coaliciones de movimientos sociales y partidos de izquierda que, incluso, podrán gobernar en Madrid y Barcelona, en dependencia de las alianzas que puedan lograr de cara al futuro.
Con un programa cercano a la izquierda, Podemos, mostró ser una fuerza a tomar en cuenta para las próximas elecciones generales, aunque no participó con su marca en las elecciones municipales sino en alianzas con movimientos sociales y otras formaciones.
Opinan expertos que Podemos, creado a principios de 2014 a partir de las protestas ciudadanas contra las políticas de austeridad de Rajoy, convenció a muchos con su discurso a favor de una regeneración de la vida política, muy afectada por los escándalos de corrupción que caracteriza a los dos partidos tradicionales.
De otro lado, con posiciones de centroderecha, se ubicó también entre los grandes de la política española Ciudadanos, una agrupación menor en Cataluña que se lanzó a la liza nacional apenas hace unos meses. Ciudadanos se convirtió en el tercer partido en los municipios con más de un millón de votos para sus mil candidaturas presentadas del total de ocho mil 122 ayuntamientos.
Según algunos analistas, los grandes perdedores de la jornada, sin embargo, son Izquierda Unida, coalición formada en torno al Partido Comunista, y Unión, Progreso y Democracia (UP y D), formación centrista que ha sido desplazada por Ciudadanos.
