Yemen: Hady abandona en secreto Sanaa y se traslada hacia Adén
Fuentes le confirmaron a Al Mayadeen la salida del Presidente yemenita, Abed Rabbu Mansour Hady, de Sanaa -disfrazado con un atuendo- y dirigirse en secreto hacia Adén, sin el conocimiento de los Comités Populares encargados de vigilarlo. Esto se produce después de anunciarse que se llegó a un acuerdo entre las fuerzas políticas para formar un Consejo Nacional que incluye el parlamento actual y un nuevo consejo que agrupa a las fuerzas que no están representadas en el referido órgano legislativo.
A raíz de esos acontecimientos las fuerzas políticas decidieron suspender su sesión de consultas programada para la mañana de hoy sábado, pero acordaron reanudarla por la noche. Las fuerzas políticas habían acordado la forma que tomaría el poder legislativo, según lo anuncio el enviado internacional para Yemen, Jamal Bin Omar. El acuerdo estipula que el Sur obtendrá una proporción de por lo menos el cincuenta por ciento, mientras que las mujeres tendrán una representación del treinta por ciento y los jóvenes, del veinte por ciento.
Se puede decir que a través de las consultas que se llevan a cabo se ha recorido un trecho importante por parte de las fuerzas políticas yemenitas en su acuerdo para formar un poder legislativo integrado por el actual parlamento compuesto por 301 asientos y un nuevo consejo que se denomina Consejo Popular de Transición con 250 miembros de las fuerzas políticas que no están representadas en el parlamento. Las dos entidades se reunirán bajo el nombre del Consejo Nacional.
El acuerdo considerado por el enviado internacional Jamal Bin Omar como un importante avance en las negociaciones se produjo horas después de que el Comité Revolucionario anunciara que se ha entregado a la tarea de formar el Consejo Nacional y las instituciones del Estado, según lo establece la Declaración Constitucional, pero el partido “Congreso Popular” señaló que no se siente aludido con lo que realiza el Comité Revolucionario. A través de uno de sus dirigentes, esa agrupación agregó que “nosotros aquí negociamos como fuerzas políticas bajo la mediación del enviado internacional Jamal Bin Omar”.
Salir de la crisis requiere resolver los dos asuntos relacionados con la presidencia y el gobierno, además de establecer garantías políticas y de seguridad para poner en práctica el acuerdo que pueden lograr las fuerzas políticas.
A pesar de que las fuerzas políticas superaron el primer paso en vías de resolver la crisis, de acuerdo con los requerimientos de la nueva realidad, se nota que la división es lo que marca la pauta en las movilizaciones de las calle yemenita; tal vez lo que señala esto es la organización de una manifestación en Sanaa condenando lo que describió como intentos de chantaje norteamericano y rechazando la injerencia extranjera. La movilización también reafirmó la continuación de la revolución, la cual se reflejó en las consignas y los llamados de los participantes en la misma.
Se puede decir que a través de las consultas que se llevan a cabo se ha recorido un trecho importante por parte de las fuerzas políticas yemenitas en su acuerdo para formar un poder legislativo integrado por el actual parlamento compuesto por 301 asientos y un nuevo consejo que se denomina Consejo Popular de Transición con 250 miembros de las fuerzas políticas que no están representadas en el parlamento. Las dos entidades se reunirán bajo el nombre del Consejo Nacional.
El acuerdo considerado por el enviado internacional Jamal Bin Omar como un importante avance en las negociaciones se produjo horas después de que el Comité Revolucionario anunciara que se ha entregado a la tarea de formar el Consejo Nacional y las instituciones del Estado, según lo establece la Declaración Constitucional, pero el partido “Congreso Popular” señaló que no se siente aludido con lo que realiza el Comité Revolucionario. A través de uno de sus dirigentes, esa agrupación agregó que “nosotros aquí negociamos como fuerzas políticas bajo la mediación del enviado internacional Jamal Bin Omar”.
Salir de la crisis requiere resolver los dos asuntos relacionados con la presidencia y el gobierno, además de establecer garantías políticas y de seguridad para poner en práctica el acuerdo que pueden lograr las fuerzas políticas.
A pesar de que las fuerzas políticas superaron el primer paso en vías de resolver la crisis, de acuerdo con los requerimientos de la nueva realidad, se nota que la división es lo que marca la pauta en las movilizaciones de las calle yemenita; tal vez lo que señala esto es la organización de una manifestación en Sanaa condenando lo que describió como intentos de chantaje norteamericano y rechazando la injerencia extranjera. La movilización también reafirmó la continuación de la revolución, la cual se reflejó en las consignas y los llamados de los participantes en la misma.