Sivert Klefsaas: el adolescente que estuvo 6 años sin redes sociales
Quizás el método elegido por esta madre no sea el más educativo, pero desde luego a ella le ha hecho efecto. Esta es la historia de Sivert Klefsaas, que se ha hecho viral en las redes sociales y los medios de comunicación.
-
Sivert Klefsaas: el adolescente que estuvo 6 años sin redes sociales
Según los psicólogos y los expertos, los adolescentes no deberían tener teléfono móvil hasta los 18 años y esto supone una batalla para padres y madres de todo el mundo que ven cómo sus hijos piden un dispositivo cada vez más pronto.
Está demostrado, las redes sociales a edades tempranas son un campo de minas que pueden producir ansiedad, estrés, depresión o ser una herramienta que facilita el bullying y el acoso.
Pero ¿qué precio pagaríamos por mantener a nuestros hijos alejados de las redes el mayor tiempo posible? Pensando sin duda en los efectos psicológicos que genera la exposición continua a las redes sociales, ya ampliamente documentados, una madre retó a su hijo de entonces 12 años a no abrir ningún perfil de ninguna red social durante 6 años, esto es, hasta que cumpliera los 18.
El desafío parecía difícil de acometer y superar, pero la recompensa planteada era atractiva: 1800 dólares de premio al terminar el plazo.
Los protagonistas de esta historia son el joven Sivert Klefsaas y su madre Lorna Goldstrand, quien se enfrentó al problema, tan recurrente en la crianza de nuestra época, de permitir el acceso a Internet a los menores de edad.
-
Sivert Klefsaas y su madre Lorna Goldstrand
Para el reto, la mujer siguió la idea que contó otra madre en un programa de radio que escuchó una mañana. Lorna ajustó el planteamiento a sus circunstancias y las de su hijo, agregando un par de años al reto original y, en correspondencia, 200 dólares más.
La propuesta fue atractiva para el joven Sivert y, aunque a primera vista podría parecer que los años sin redes sociales hubieran podido ser difíciles, en particular por la necesidad de interacción y cercanía que se siente durante la adolescencia, en su caso atravesó el reto sin mayores sobresaltos, según declaró a CNN.
Más allá de lo anecdótico, esta historia sugiere que las redes sociales han provocado también ciertos problemas en la formación de los menores, la mayoría de los cuales muy probablemente no reciben la atención adecuada.
El caso de esta madre es relevante por su singularidad, pero cabe plantear la siguiente interrogante: ¿cuántos padres se preguntan realmente sobre el efecto que Internet y los medios sociales tienen sobre sus hijos? Quizás el método elegido por esta madre no sea el más educativo, pero desde luego a ella le ha hecho efecto.