Al menos 18 muertes en el estado de Sao Paulo durante las fuertes lluvias
Una de las regiones más afectadas fue Franco da Rocha, a 14 kilómetros al noroeste de Guarulhos, donde se registraron cuatro muertes, debido a los desprendimientos.
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Al menos 18 muertes en el estado de Sao Paulo durante las fuertes lluvias.
Al menos 18 personas han muerto durante las lluvias que empezaron a azotar Sao Paulo el pasado jueves, según informó el gobernador João Doria (PSDB).
Una de las regiones más afectadas fue Franco da Rocha, a 14 kilómetros al noroeste de Guarulhos, donde se registraron cuatro muertes, debido a los desprendimientos. En Várzea Paulista, cerca del municipio de Jundiaí, el equipo de Defensa Civil informó de un fallecimiento debido a un deslizamiento de tierra y sigue buscando a cuatro personas de la misma familia que desaparecieron tras el accidente.
En Embu das Artes, en la región suroeste de la capital, se registraron tres muertes después de que un deslizamiento de tierra afectara a una casa. Según los Bomberos, una madre y dos niños fueron enterrados y no se resistieron.
Hasta ahora han caído 255,2 mm de precipitaciones, prácticamente el total de los 255,7 mm previstos para el mes, según el Centro de Gestión de Emergencias Climáticas (CGE) de la Alcaldía de Sao Paulo.
Las lluvias también llevaron a la Alcaldía a suspender la vacunación contra el COVID-19, que estaba prevista en seis parques y dos farmacias de la Avenida Paulista, en la región central de la ciudad.
El Cuerpo de Bomberos informó que, durante la madrugada del domingo (30), recibió seis llamadas por derrumbes o desprendimientos, tres por inundaciones y 47 por caída de árboles. La ciudad entró en estado de atención por inundaciones, según el Centro de Gestión de Emergencias (CGE).
En Ipiranga, al sur de la ciudad de Sao Paulo, se abrió un cráter de cinco metros debido a la erosión causada por el agua.
En toda la ciudad, varios distritos se quedaron sin electricidad, especialmente en la zona sur, debido a la desconexión de una línea de alta tensión que alimenta la región. Según Enel, la caída de un árbol de unos 30 metros provocó la desconexión.
Territorios indígenas aislados tuvieron 3,2 mil hectáreas deforestadas en 2021, según informe
Por otro lado, trascendió que la tierra indígena Piripkura encabeza la lista de las 15 territorios con mayor superficie deforestada en 2021, con mil 290 hectáreas.
En 2021, 3 mil 220 hectáreas de tierras indígenas con presencia de pueblos indígenas aislados fueron deforestadas, según datos del boletín Sirad-I, el sistema de monitoreo del Instituto Socioambiental (ISA).
También se registraron 904 alertas de deforestación en esos territorios, que se concentran principalmente en las Tierras Indígenas Piripkura (MT), Uru-Eu-Wau-Wau (RO), Araribóia (MA) y Munduruku (PA), además de brotes de deforestación en las zonas aledañas a estos territorios, "lo que revela la enorme presión sobre estos pueblos", señala el informe.
El boletín señala la caducidad de la Ordenanza de Restricción de Uso, un mecanismo legal que pretende evitar las invasiones y que, por tanto, "debería proteger el territorio y al grupo de indios aislados que lo habitan".
En septiembre de 2021, el gobierno federal renovó la ordenanza por seis meses, que expiraba en marzo de 2022. Tradicionalmente, el plazo establecido es de tres años. El nuevo periodo de protección legal es el más corto desde 2008, cuando se creó.
"Además, sigue existiendo una importante deforestación situada a menos de 500 metros del límite del territorio, y varias pistas que facilitan el acceso al interior del territorio", informa la organización en el informe.
Le sigue la Tierra Indígena Mundukuru, con mil 096 hectáreas devastadas por la minería. Según la organización, la región "sufre históricamente de minería ilegal". En la actualidad, "la carrera hacia el oro parece intensificarse cada vez más en este territorio", lo que ha provocado la destrucción de al menos tres ríos de la región, informa ISA.
"Lo que ha impulsado esta masacre en los últimos tres años en el territorio está profundamente ligado al desmantelamiento de la legislación socioambiental. Esto ha influido en la expansión de la actividad minera y en la reactivación de antiguas minas en el territorio".
