La arena también se agota
Un informe de Naciones Unidas insta a reconocer estratégicamente dicho recurso natural y a tomar medidas en todos los sectores.
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La arena también se agota
Cada año se utilizan 50 millones de toneladas de arena, lo cual la convierte en el segundo recurso más utilizado en el mundo después del agua, según un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El informe Arena y sostenibilidad: 10 recomendaciones estratégicas para evitar una crisis, publicado por el equipo GRID-Ginebra del PNUMA, ofrece las orientaciones necesarias recogidas de expertos mundiales para pasar a mejorar las prácticas de extracción y gestión del recurso.
La extracción de arena en lugares en los que desempeña un papel activo, como en los ríos y en los ecosistemas costeros o marinos, puede provocar la erosión, la salinización de los acuíferos, la pérdida de protección contra las mareas de tempestad y el deterioro de la biodiversidad, lo que supone una amenaza para los distintos medios de subsistencia, entre ellos el abastecimiento de agua, la producción de alimentos, la pesca o la industria del turismo.
Según los autores del informe, la arena debe ser reconocida como un recurso estratégico, no solo como material para la construcción, sino también por sus múltiples funciones en el medio ambiente. Destacan que los gobiernos, las industrias y los consumidores deben fijar un precio para la arena que reconozca su verdadero valor social y medioambiental. Por ejemplo, mantener la arena en las costas puede ser la estrategia más rentable para adaptarse al cambio climático, ya que protege contra las mareas de tempestad y los impactos del aumento del nivel del mar.
El informe propone que se elabore una norma internacional sobre cómo se extrae la arena de los mares. Esto podría suponer mejoras drásticas, ya que la mayor parte del dragado marino se realiza mediante concursos públicos abiertos a empresas internacionales. Mientras tanto, el informe recomienda que se prohíba la extracción de arena de las playas debido a su importancia para la resistencia de la costa, el medio ambiente y la economía.
"Para lograr un desarrollo sostenible, tenemos que cambiar drásticamente nuestra forma de producir, construir y consumir productos, infraestructuras y servicios. Nuestros recursos de arena no son infinitos y tenemos que utilizarlos de forma inteligente. Si conseguimos controlar la forma de gestionar el material sólido más extraído del mundo, podremos evitar una crisis y avanzar hacia una economía circular", dijo Pascal Peduzzi, Director de GRID-Ginebra en el PNUMA y coordinador general del programa para este informe.