Tres ingenieras indígenas alumbran los campos de Belice
Las especialistas mayas instalan sistemas de energía solar y contribuyen al desarrollo sostenible entre pequeñas comunidades del país centroamericano.
Sí, a veces difícil de creer que en 2022 todavía existan comunidades que no tengan electricidad, pero más de 500 millones de personas en todo el mundo carecen de este tipo de servicio, según datos de la ONU.
Esa es la realidad de los habitantes del distrito de Toledo, en Belice, donde varias aldeas rurales están alejadas de la red eléctrica nacional.
Sin embargo, gracias a una asociación financiada por el Programa de Pequeñas Subvenciones del Fondo del Medio Ambiente, tres ingenieras solares mayas están contribuyendo al desarrollo sostenible entre pequeñas comunidades indígenas del sur de Belice.
“Florentina Choc, Miriam Choc y Cristina Choc han instalado sistemas solares en cuatro comunidades indígenas, con un impacto en más de 1000 residentes”, explica Leonel Requena, coordinador nacional del Programa de Pequeñas Subvenciones en Belice.
En 2021, a pesar de la pandemia de COVID-19, estas ingenieras, junto con las autoridades nacionales y los socios, instalaron los sistemas de energía solar en dos de las comunidades más remotas de Belice.
Con el trabajo en una de las aldeas, Graham Creek, llevaron electricidad a 25 hogares de 150 residentes, así como a una escuela primaria de 30 niños.
Según el PNUD, se estima que con ello han contribuido, además, a evitar 6,5 toneladas de emisiones de carbono.
“Las mujeres son líderes destacadas en Belice ya que impulsan el programa de desarrollo sostenible, además de fomentar la armonía entre la naturaleza y las personas en beneficio de ambas”, añade Requena.