Descubren una sorprendente diversidad de insectos en la Selva Paranaense
Un estudio encabezado por científicos argentinos analizó la abundancia y la diversidad de artrópodos voladores en un área semidegradada de la Selva Paranaense, que abarca áreas de Brasil, Argentina y Paraguay.
Aunque se sabe que la Selva Paranaense tiene un alto nivel de endemismo y alberga aproximadamente un siete por ciento de la biodiversidad global, muchos de los taxones que la habitan son aún desconocidos.
Un estudio encabezado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) argentino analizó la abundancia y la diversidad de artrópodos voladores en un área semidegradada de la Selva Paranaense, que abarca áreas de Brasil, Argentina y Paraguay.
Selva endémica y poco estudiada
El estudio está enmarcado dentro del Proyecto Global de Trampas Malaise, creado en 2012 para documentar y comparar la diversidad de artrópodos en diferentes lugares del mundo mediante la obtención de los códigos de barras genéticos.
“El código de barras genético es un fragmento del gen mitocondrial COI, cuya secuencia tiene entre seiscientos y setecientos pares de bases, que se utiliza en el proyecto International Barcode of Life para identificar especies por vía genética de manera relativamente sencilla”, explica Darío Lijtmaer, investigador del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y último autor del trabajo.
Un alto grado de diversidad
Los más de 75 mil insectos analizados pertenecen a 28 órdenes diferentes, entre los cuales se destacan seis: Diptera, Hemiptera, Lepidoptera, Hymenoptera, Coleoptera y Psocoptera.
Diptera fue el orden más rico en cantidad de especies, seguido por Hymenoptera, Lepidoptera y Coleoptera, lo que es consistente con estudios similares realizados en otras regiones biogeográficas. De los 8651 BINs detectados, cerca de la mitad (4146) se encuentran representados por un solo individuo y un veinte por ciento, solo por dos. “Esto muestra que hay gran cantidad de especies en abundancia baja y que, indudablemente, debe haber muchas otras que están presentes en el área, pero no llegaron a colectarse”, indica Lijtmaer.
Los patrones de abundancia y diversidad de acuerdo con la estacionalidad
Para sorpresa del equipo de investigación, se pudo corroborar que durante el otoño y el invierno aumenta tanto la abundancia de insectos como su diversidad. “Esto se debe principalmente a que es el momento del año en el que hay mayor cantidad y diversidad de dípteros. Otros grupos de insectos tienen patrones de abundancia distintos e incluso inversos”, explica Belén Bukowski, becaria posdoctoral del CONICET y primera autora del trabajo.
Pero, “para poder entender el efecto de las variables climáticas sobre los patrones de diversidad y abundancia de los insectos, necesitábamos centrarnos en ver lo que ocurría en especies que se repetían en diferentes frascos a lo largo del año y no en aquellas capturadas una o muy pocas veces”, señala Lijtmaer.
Finalmente, dentro de los factores climáticos, los investigadores encontraron que aquel que más influye sobre los patrones de abundancia y diversidad de los artrópodos es la temperatura.
“Este es el primer estudio del Proyecto Global de Trampas Malaise que tiene lugar en Argentina y también es el primero en analizar cómo varían los patrones de diversidad a lo largo del año y cuáles son las variables climáticas que explican dicha variación. En general han sido trabajos más descriptivos respecto de la cantidad y diversidad de artrópodos terrestres que hay en una determinada región”, concluye Bukowski.