Estudio vincula la sequía y los disturbios entre antiguos mayas
Datos arqueológicos e históricos indican que una sequía prolongada avivó el conflicto civil que condujo a la inestabilidad institucional de Mayapán.
La antigua ciudad de Mayapán, en la región de Yucatán en México, estuvo marcada durante un período prolongado por la disminución de la población, las rivalidades políticas y los conflictos civiles. Todo esto ocurrió durante una sequía prolongada. ¿Coincidencia? En absoluto, según una investigación del antropólogo Douglas Kennett de la Universidad de California-Santa Bárbara.
El artículo que publicó la revista Nature Communications junto con colaboradores de los campos de la arqueología, la historia, la geografía y las ciencias de la tierra sugiere que, de hecho, la sequía avivó el conflicto civil.
Este trabajo interdisciplinario, apuntan los investigadores, "resalta la importancia de comprender las complejas relaciones entre los sistemas naturales y sociales, especialmente al evaluar el papel del cambio climático en la exacerbación de las tensiones políticas internas en áreas donde la sequía conduce a la inseguridad alimentaria".
"Encontramos relaciones complejas entre cambio climático y estabilidad/inestabilidad social a nivel regional", señala Kennett. "El conflicto civil inducido por la sequía tuvo un impacto local devastador en la integridad de las instituciones estatales de Mayapán, que fueron diseñadas para mantener el orden social", agrega el especialista.
Los investigadores examinaron datos arqueológicos e históricos de Mayapán incluidos registros de isótopos, datos de radiocarbono y secuencias de ADN, para documentar un intervalo de disturbios entre los años mil 400 y mil 450 después de Cristo.
Luego utilizaron fuentes regionales de datos climáticos y los combinaron con un registro local de sequía más actual, a partir de depósitos de cuevas debajo de la ciudad.
"Las tensiones entre grupos rivales motivaron una vulnerabilidad social clave en el contexto de sequías prolongadas durante este intervalo", apunta Kennett. "El dolor, el sufrimiento y la muerte fueron el resultado de inestabilidades institucionales en Mayapán y la población se fragmentó y regresó a sus zonas de origen en otras partes de la región".
Sin embargo, la red de pequeños estados mayas también demostró ser resistente después del colapso de Mayapán, en parte al migrar a través de la región a pueblos que aún eran prósperos. A pesar de la descentralización, los impactos comerciales, la agitación política y otros desafíos, indica el artículo, se adaptaron y persistieron hasta principios del siglo XVI.