El desierto de Atacama, considerado el más árido del mundo y ubicado en el norte de Chile, revivió un impresionante fenómeno natural: la floración de casi doscientas especies, que cubren sus arenas de color púrpura.

Este suceso, visible entre los sectores de Llanos y Chañarcillo, surge en períodos de entre cinco y siete años, como consecuencia del fenómeno climático del Niño.

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Gabriel Boric, el presidente chileno, anunció la semana pasada que su Gobierno trabaja para declarar dicha zona, ubicada a 700 kilómetros al norte de Santiago, Parque Nacional Desierto Florido. 

"Tenemos una deuda con la protección del desierto florido", reconoció el mandatario, quien aseguró que la categoría de parque nacional es el estándar de protección ambiental más alto que existe en el país.

Según las autoridades, el decreto estará listo para inicios de 2023 y, tras su aprobación, será el parque nacional número 44 de Chile.