América Latina aún tiene muchos retos en sus bosques
Durante los últimos años, las superficies de bosques nativos desaparecieron en manos de los incendios forestales y el avance del agronegocios.
Dueña de algunos de los bosques tropicales más grandes del mundo, América Latina pierde cada año gran parte de su cubierta arbórea.
El ritmo de devastación en el territorio fue de 2,7 millones durante el período 2015-2020, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Entre los motivos de la deforestación, de acuerdo con la misma fuente, estuvieron los incendios, los agronegocios, la minería y otras actividades extractivas.
Brasil es tal vez el caso de más seguimiento en la prensa mundial por incluir áreas de uno de los biomas de mayor importancia planetaria, la Amazonía.
Desde 2019 hasta 2022, el exmandatario Jair Bolsonaro, negacionista del cambio climático, instó a las actividades ilegales e incentivó un aumento de la destrucción anual promedio en los ecosistemas.
Ahora los principales desafíos planteados por el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, son frenar la situación y reconstruir las políticas públicas, prácticamente desmanteladas en los últimos años.
Colombia también reportó desde hace décadas serios problemas, pues al menos 142 mil hectáreas de narcocultivos están en la selva.
El presidente del país, Gustavo Petro, señaló que este territorio es víctima de la "obsesión por el carbón", la "adicción" o el dinero.
"Destruir se convirtió en la consigna que siguen Estados y negociantes", afirmó el mandatario luego de asumir el poder en agosto de 2022.
Aunque la Amazonía es una de las regiones afectadas por la acción humana, Latinoamérica tiene otras superficies verdes muy dañadas.
Este año, por ejemplo, Chile enfrentó un mortífero incendio con más de 425 mil hectáreas arrasadas y un saldo de 25 personas fallecidas.
Para muchos expertos, el problema derivó de una industria con ansias de devastar especies nativas y sembrar plantaciones exóticas de pino y eucalipto, altamente inflamables.
Al celebrar el 21 de marzo el Día Mundial de los Bosques, los observatorios de toda la región recordaron las cifras poco alentadoras.
En contraste, la última Cumbre de Comunidades Originarias, realizada en Lima, Perú, evidenció el papel de estos pueblos en la conservación del patrimonio natural y pidió el respeto de sus derechos.
Un estudio de la FAO publicado durante 2021 reconoció asimismo la labor de esas poblaciones y llamó al rescate de sus saberes ancestrales para el cuidado de la flora y fauna.