Al menos 10 mil personas recibieron la orden de abandonar una ciudad costera en la provincia canadiense de Quebec ante el avance de los incendios forestales. 

Las autoridades de la urbe, llamada Sept-Iles, declararon estado de emergencia y emitieron el desplazamiento inmediato de los ciudadanos. 

"Este es un momento aterrador para mucha gente de costa a costa", dijo el viernes el primer ministro, Justin Trudeau.

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Por su parte, las fuerzas armadas desplegaron tropas y equipos especiales, informó el titular de Preparación para Emergencias, Bill Blair.

En total, más de 2,7 millones de hectáreas ardieron en 2023 en la nación, ocho veces más que la media de los últimos 30 años.

Las provincias de Alberta y Saskatchewan sufirieron las mayores afectaciones a principios de mayo y luego las llamas atentaron contra Nueva Escocia. 

En diálogo con la agencia de noticias Reuters, el meteorólogo Michael Carter afirmó que la región recibió pocas nevadas durante el invierno y esto hizo al territorio más vulnerable al avance del fuego. 

Para el fin de semana, los científicos esperaban el alivio de la lluvia y el clima fresco, después de una ola de calor sin precedentes.