La espesa neblina procedente de los incendios forestales en Canadá perjudica la calidad del aire en la región noreste de Estados Unidos.

Más de 75 millones de ciudadanos permanecen en alerta por el riesgo de inhalar partículas dañinas, informaron los satélites de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio.

A través de un comunicado, la entidad explicó que este tipo de incidente fue imperceptible en otras ocasiones por la acción de los vientos. 

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Sin embargo, a consecuencia de un fenómeno meteorológico conocido como “baja presión costera” esta vez el humo llegó a más localidades. 

Tras las imágenes publicadas el miércoles de edificios como el Empire State Building rodeados por una nube de humo naranja, el Capitolio en Washington amaneció el jueves sumido en la bruma.

En una rueda de prensa, la alcaldesa de la capital, Muriel Bowser, confirmó que la urbe subió al nivel de alerta color púrpura, el más alto.

Filadelfia y Harrisburg, en Pensilvania, y otras grandes ciudades como Baltimore, Newark, Pittsburgh, Detroit, Cleveland, Cincinnati o Indianápolis también reportaron afectaciones.

Según el director de la Agencia de Seguridad y Manejo de Emergencias, Christopher Rodríguez, no será hasta la última hora del viernes cuando la calidad del aire empiece a mejorar significativamente.