Casi 117 millones de niños en el mundo enfermarían de sarampión por falta de una vacuna
La COVID-19 está retrasando las campañas de vacunación en muchos países. Alrededor de 117 millones de niños están en peligro. A pesar de existir una vacuna segura y eficaz, el incremento de los casos de sarampión de 2018 se cobró más de 140.000 vidas, en su mayoría niños y bebés.
Una advertencia realizada por organismos de las Naciones Unidas en Ginebra, apunta sobre más de 117 millones de niños que corren el riesgo de no poder vacunarse contra el sarampión, mientras los países de todo el mundo siguen luchando contra la pandemia de COVID-19.
La ONU informó que las campañas de inmunización contra el sarampión se han retrasado en 24 países y se cancelarán en otros 13.
Millones de niños de 37 países podrían quedar excluidos: "Si la complicada decisión de interrumpir la vacunación se debe a la propagación del COVID-19, instamos a los líderes a intensificar los esfuerzos de localización de los niños no vacunados, de modo que las poblaciones más vulnerables puedan recibir las vacunas contra el sarampión tan pronto como sea posible hacerlo", dice la declaración.
Pese a reconocer las numerosas demandas a las que se enfrentan los sistemas de salud y los trabajadores de primera línea durante la pandemia de COVID-19, los organismos sostuvieron que "la prestación de todos los servicios de inmunización, incluidas las vacunas contra el sarampión, son esenciales para salvar vidas que, de otro modo, se perderían a causa de enfermedades prevenibles".
De igual forma señalaron que el hecho de proteger a los trabajadores y comunidades ante el nuevo brote de Coronavirus, "no debería significar que los niños queden excluidos permanentemente".
A pesar de contar con una vacuna segura y eficaz desde hace más de 50 años, el incremento de los casos de sarampión de 2018 se cobró más de 140.000 vidas, en su mayoría niños y bebés.
Los niños menores de 12 meses tienen más probabilidades de morir por complicaciones relacionadas con el sarampión y, de no limitarse la difusión, su riesgo de exposición aumentará diariamente.
Los trabajadores de la salud son "la primera línea de defensa contra las epidemias mundiales" , por lo que subrayaron la necesidad de invertir más en ellos y en su protección.
La declaración exhorta a los países y a los dirigentes locales a "aplicar estrategias de comunicación eficaces para lograr la participación de las comunidades, asegurar una elevada oferta y demanda de vacunas y contribuir a garantizar una vida sana para todos los niños, especialmente en esta época llena de obstáculos".