Reaparece el ébola en el noreste de la República Democrática del Congo
La víctima presentó los primeros síntomas el pasado 1 de febrero en Biena, ubicada en el territorio de Lubero, y falleció dos días después en Butembo.
Un nuevo caso de ébola en la República Democrática del Congo (RDC) ha sido confirmado por el Ministerio de Salud. La aparición de la enfermedad se produjo en el noreste del país, cerca de la ciudad de Butembo y sólo se tuvo conocimiento de ella, después de que la persona contagiada falleciera.
“Analizamos la muestra enviada de Butembo y resultó un caso positivo. Lamentablemente la paciente falleció”, anunció en la televisión estatal el ministro de Salud, Eteni Longondo.
“La población de Butembo no debe entrar en pánico porque ya tenemos organizada la respuesta (contra el ébola). Un equipo llegará mañana a Beni”, aseguró, y añadió que se movilizará la próxima semana a más personal desde la capital de Kinshasa.
La víctima presentó los primeros síntomas el pasado 1 de febrero en Biena, ubicada en el territorio de Lubero, y falleció dos días después en Butembo.
Este caso se produce unos tres meses después de que la RDC anunciara el pasado 18 de noviembre el fin del undécimo brote de ébola de su historia, en la provincia occidental de Ecuador y que acabó con la vida de 55 personas e infectó a otras 130, de acuerdo con cifras oficiales.
Las autoridades congoleñas ya habían declarado el fin de la décima epidemia unos meses antes, a finales de junio de 2020, que asoló tres provincias del noreste del país (Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri) desde agosto de 2018 con un resultado de 2.280 fallecidos, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esa epidemia fue la peor de la historia de la RDC y la segunda más grave del mundo, después de la que asoló África occidental de 2014 a 2016, en la que murieron 11 300 personas y hubo más de 28 500 casos, aunque esas cifras —según la OMS— pueden ser más altas.
La enfermedad del ébola se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa fiebre hemorrágica y puede alcanzar una tasa de mortalidad del 90%.