Nueva ola de Covid-19 amenaza a Europa y EE.UU
Señales claras de que en Alemania, Italia, Hungria y Francia hay una nueva ola de contagios a la Covid-19. Estados Unidos observa con cautela el desarrollo de la pandemia en los países europeos.
El primer ministro Mario Draghi, primer ministro de Italia, advirtió que su país se enfrenta a una nueva ola de contagios, debido a variantes más infecciosas del coronavirus y al igual que antes no está sola en esa situación, comenta The New York Times.
"Tenemos señales claras, la tercera ola en Alemania ya comenzó”, dijo Lothar Wieler, director del Instituto Robert Koch de Enfermedades Infecciosas con sede en Berlín, Alemania.
Mientras, el primer ministro Viktor Orban de Hungría predijo que esta semana sería la más difícil desde el inicio de la pandemia en términos de asignación de camas de hospital y respiradores, así como de movilización de enfermeras y médicos.
Las hospitalizaciones en Francia están en sus niveles más altos desde noviembre, lo que llevó a las autoridades a considerar un tercer cierre nacional.
Los funcionarios en Estados Unidos observan con cautela el desarrollo de la enfermedad en esos países. La doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU, suplicó a sus compatriotas que no bajen la guardia aunque el número de casos ha caído desde su punto máximo.
Los países europeos volvieron a ascender en el número de contagios al ignorar las estrategias de mitigación, dijo la especialista. “Simplemente quitaron la vista de la pelota, estas deberían ser señales de advertencia para todos nosotros y suplicó a sus compatriotas no descuidarse por el bien de la salud de la nación.
Las muertes en Estados Unidos se mantienen en casi 14 mil diarias, una cantidad que supera el pico del verano de 2020, cuando los pacientes llenaron los hospitales Sun Belt y los brotes en los estados que abrieron de manera prematura generaron un récord de casos con la Covid-19. El número medio de infecciones notificadas en un día son comparables con las declradas a mediados de octubre del pasado año.
En toda Europa los casos están aumentando. La escasez de suministros y el escepticismo sobre las vacunas, así como la burocracia y los obstáculos logísticos relentizan el ritmo de inmunización.
A un año de comenzada la pandemia, el virus se propaga por toda Europa y las cosas parecen estar igual. Los gobiernos bloquean a las poblaciones exhaustas y las protestas callejeras se están volviendo violentas.
En Roma, las calles vacías, las escuelas cerradas, los restaurantes cerrados y las vacaciones de Pascua canceladas fueron un alivio para algunos residentes después de meses de infecciones, hospitales repletos y decenas de muertes.
“Es una liberación volver al encierro porque durante meses, después de lo que sucedió, la gente de todas las edades estaba como si no hubiera ningún problema”, dijo Annarita Santini, de 57 años, mientras montaba su bicicleta frente a la Fontana di Trevi, un sitio popular ahora sin visitantes a excepción de tres policías. Al menos así, el aire se puede limpiar y la gente volverá a asustarse", agregó.
Italia implementó un sistema de restricciones codificado por colores que, a diferencia del bloqueo general del año anterior, buscaba sofocar los brotes emergentes para mantener gran parte del país abierto y en funcionamiento.
Massimo Galli uno de los principales virólogos de Italia, dijo al diario Corriere della Sera el lunes, que la historia se repite, la tercera ola comenzó y las variantes están funcionando.
“Desafortunadamente todos tuvimos la ilusión de que la llegada de las vacunas reduciría la necesidad de cierres más drásticos, pero llegaron en cantidades suficientes", señaló.