Estudio dice que se reduce esperanza de vida en Brasil
En las últimas 24 horas registró 1 893 muertes por el coronavirus y alcanzó, así, 515 985 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
La esperanza de vida de los brasileños se ha visto reducida 1,3 años en 2020 debido a la Covid-19, de la que han fallecido más de 515 mil personas en esa nación sudamericana.
Un estudio publicado en la revista científica Nature señala que se redujo de media en 1 año y 4 meses durante la pandemia. Tiene una tasa de mortalidad 4,4 veces superior a la media mundial de muertes por el coronavirus en relación con el número de infectados.
La caída de la esperanza de vida supera los 3 años en los estados más afectados, como Amazonas. El estudio está firmado por investigadores de las universidades de Harvard, Princeton y California (Ucla), en colaboración con el Departamento de Demografía de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG).
Con base en el número total de muertes reportadas en la nación sudamericana en 2019 y 2020, los investigadores calcularon las diferencias por períodos en las esperanzas de vida por estado y sexo.
El descenso es mayor entre los hombres, algo más de 18 meses, que entre las mujeres (casi 1 año). "La mayor disminución absoluta ocurre en Amazonas, con 3,46 años de reducción, seguido por Amapá, con 1,38, y Pará, 2,71. Todo ello en la región Norte", dice el estudio.
También se conoció que se registraron 64 903 nuevos casos en las últimas 24 horas, según datos del Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass) publicados ayer martes (29).
Con esto, sin tener en cuenta el subregistro debido a la mala gestión de la pandemia a nivel federal, se han confirmado 18 513 305 contaminados desde febrero de 2020. En el ámbito mundial, Brasil es el segundo país con mayor número de muertes, sólo por detrás de Estados Unidos, y el primero si se tienen en cuenta los fallecimientos registrados en 2021.
Esto se debe a que los estadounidenses avanzaron rápidamente con la vacunación, mientras que Brasil sufre la lentitud del proceso. El gobierno del presidente Jair Bolsonaro, desde el inicio de la pandemia, promovió y alentó a las multitudes, difundió mentiras y combatió el uso de mascarillas.
Como agravante, no actuó para garantizar las vacunas de forma ágil e incluso dijo que no las compraría. En una de las negociaciones con la india Covaxin, investigada por el IPC de la Covid, el gobierno sigue siendo sospechoso de sobrefacturación.
Incluso con un presidente opuesto a la ciencia, la vacunación avanza en el país gracias al esfuerzo de estados y municipios y de centros de investigación como la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y el Instituto Butantan.
Además, los poderes Legislativo y Judicial han actuado, y los movimientos organizados de la sociedad también han presionado. El resultado comienza a aparecer con la disminución de muertes y hospitalizaciones entre los grupos que ya han recibido las vacunas.
Con ello, la pandemia se convierte en una amenaza mayor para los más jóvenes, expuestos al virus en ciudades que no adoptan medidas efectivas de distanciamiento social y son los últimos en la cola de vacunación.
El biólogo y divulgador científico Atila Lamarino lamenta que sean "décadas de retroceso" en el indicador, lo que afecta incluso al desarrollo medio del país. Lamenta que el empeoramiento del indicador continúe en 2021, un año aún más letal para los brasileños.
"Las muertes por covid-19 en 2020 redujeron la longevidad de los brasileños en 1,3 años. Pasó a tres en algunos estados. Y 2021 ya ha superado esa marca y será aún peor".
Atila sostiene además que con la Covid-19 fuera de control y matando a más jóvenes, el escenario podría empeorar. "Mientras seguimos sin cerrar, con casos y muertes al alza, aguantando la inmunización de los más mayores y vulnerables, las muertes siguen produciéndose entre los más jóvenes. Esta reducción de la esperanza de vida será aún más brutal. Por no hablar de las secuelas.
Por otro lado Diputados opositores articulan una recogida de firmas para instaurar una comisión parlamentaria (CPI) que investigue exclusivamente la compra de vacunas antiCovid-19 por parte del gobierno de Jair Bolsonaro, se confirmó hoy.
El portal del Partido de los Trabajadores (CPI) en la Cámara de Diputados asegura que una de las solicitudes para la creación de la CPI fue presentada por el legislador Reginaldo Lopes. Como justificación, Lopes precisó que tal indagación será paralela a los trabajos de la comisión emplazada en el Senado.
Según el sitio, la junta en Diputados pretenderá desentrañar la supuesta trama de corrupción en la administración de Bolsonaro respecto a la adquisición de inmunizantes para frenar la expansión de la pandemia.