Bajo el patrocinio del presidente sirio, Bashar Al-Assad, y con lema "Desde Damasco para el Mundo", se inauguró la 61 Edición de la Feria Internacional en esa capital, una muestra de la voluntad del pueblo del país árabe de recuperarse tras nueve años de guerra terrorista impuesta.

Con este importante evento económico, Siria transmite al mundo mensajes estratégicos de victoria militar contra el terrorismo derrotado en extensas zonas del territorio nacional, y de victoria económica sobre los intentos de presión, bloqueo y sanciones económicas coercitivas por parte de Estados Unidos y sus aliados occidentales y regionales.

Las banderas de los 38 países participantes, cinco más que la edición anterior, ondean en la entrada del recinto ferial de Damasco, la capital más antigua de la historia y cuna de las civilizaciones y de la humanidad.

Pese a las amenazas lanzadas por la Secretaría de Estado norteamericana de sancionar a cualquier país o compañía que participa en la feria, más de mil 500 empresas de más de medio centenar de naciones están presentes, 500 más que el precedente.

Siria apuesta, además, por su sector privado donde más de 350 compañías nacionales privadas exhiben sus productos en la feria y muestran sus potencialidades y su disposición de apoyar la reconstrucción del país.

De igual manera, cientos de empresarios y hombres de negocios de diferentes países, entre ellos Irak, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Irán y Bielorrusia aprovechan esta cita para conocer las oportunidades de inversión en un país fértil para las inversiones que ayudan en la reconstrucción.

Pese al terrorismo económico de la administración Trump, Siria mostró que es capaz de seguir hacia adelante en la reconstrucción, primero con los propios recursos humanos y naturales del pueblo sirio, y también con la cooperación de los países amigos que desafiaron a Estados Unidos y sus amenazas.

La Feria se ha convertido en una tradición anual y en un espacio al que acuden millones de sirios para conocer los últimos desarrollos de la industria y la economía de su país, y también para disfrutar de las diversas y numerosas actividades culturales, artísticas y recreativas que se organizan al margen del evento.

La celebración del evento más antiguo y arraigado en Medio Oriente muestra la capacidad de Siria de emplear sus victorias militares y políticas por la recuperación del país y el bienestar del pueblo sirio.