Presidente de Turquía: Un año después la misma pregunta, ¿quién firmó la sentencia de muerte de Jamal Khashoggi?
La casi total falta de transparencia en torno al juicio, la falta de acceso público a las audiencias y la acusación de que algunos de los asesinos de Khashoggi gozan de libertad de facto no satisfacen las expectativas de la comunidad internacional y empañan la imagen de Arabia Saudita, algo que Turquía, como su amigo y aliado, no desea, escribió Erdogan en The Washington Post

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan,expresó que un año después continúa haciendo las mismas preguntas,¿dónde están los restos de Jamal Khashoggi? ¿Quién firmó la sentencia de muerte del periodista saudita?
Erdogan afirmó que el asesinato de Khashoggi, columnista del diario estadounidense The Washington Post, fue posiblemente el incidente más influyente y controvertido del siglo XXI, a excepción de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
Ningún otro evento desde el 11 de septiembre ha planteado una amenaza tan seria al orden internacional o desafiado las convenciones que el mundo ha llegado a dar por sentadas, expresó Erdogan en un artículo publicado en el mencionado rotativo a propósito del primer aniversario del asesinato del periodista en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
El hecho de que, un año después, la comunidad internacional todavía sepa muy poco sobre lo ocurrido es motivo de grave preocupación, dijo.
Según el mandtario, el que "todos los aspectos de la muerte del periodista saudita salgan a la luz determinará el tipo de mundo en el que vivirán nuestros hijos".
Tras la desaparición de Khashoggi, "mi administración adoptó una política de transparencia. Durante el año pasado, los organismos de inteligencia y de aplicación de la ley de Turquía, junto con diplomáticos y fiscales, cooperaron estrechamente con sus homólogos y adoptaron medidas para mantener informados al público nacional e internacional", añadió.
Las autoridades turcas compartieron sus conclusiones con Arabia Saudita y otros países, entre ellos Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia y Reuni Unido.
También hemos cooperado -apuntó-con la investigación internacional dirigida por Agnes Callamard, relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias.
Por último, hemos solicitado que Arabia Saudita extradite a los asesinos de Khashoggi a Turquía, donde cometieron el crimen, subrayó Erdogan.
La respuesta de Turquía al asesinato de un columnista del diario The Post se basa en nuestro deseo de mantener el sistema internacional basado en las normas, recalcó en su artículo.
"De ahí nuestra negativa a permitir que el asesinato de Khashoggi se describa como una disputa bilateral entre Turquía y Arabia Saudita", consideró.
Turquía siempre ha visto, y sigue viendo, al reino como su amigo y aliado -señaló-. Por lo tanto, mi administración hizo una distinción clara e inequívoca entre los matones que asesinaron a Khashoggi y el rey Salman y sus leales súbditos.
Sin embargo, nuestra larga amistad no implica necesariamente silencio. Al contrario, como dice el proverbio turco: "Un verdadero amigo dice verdades amargas", acotó el texto.
El escuadrón de la muerte de 15 miembros que asesinó a Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul y cortó su cuerpo en pedazos sirvió a los intereses de un Estado en la sombra dentro del gobierno del reino, no al Estado o al pueblo saudita,afirmó Erodgan.
El gobernante reiteró que siguen considerando que lo que ocurrió es una cuestión de justicia y no de política, "y sostenemos que sólo los tribunales nacionales e internacionales pueden hacer justicia".
Apuntó que el asesinato de Khashoggi fue una tragedia, pero también un flagrante abuso de la inmunidad diplomática.
El hecho de que los asesinos viajaran con pasaportes diplomáticos y convirtieran un edificio diplomático en una escena del crimen - y que, al parecer, recibieran ayuda en el intento de encubrimiento por parte del principal diplomático de Arabia Saudita en Estambul - sentó un precedente muy peligroso, advirtió el jefe de Estado.
"Quizás más peligrosa es la impunidad de la que parecen gozar algunos de los asesinos en el reino", añadió al insistir que no es ningún secreto que hay muchas preguntas sobre los procedimientos judiciales en Arabia Saudití.
La casi total falta de transparencia en torno al juicio, la falta de acceso público a las audiencias y la acusación de que algunos de los asesinos de Khashoggi gozan de libertad de facto no satisfacen las expectativas de la comunidad internacional y empañan la imagen de Arabia Saudita, algo que Turquía, como su amigo y aliado, no desea, escribió Erdogan.
"Se está haciendo un esfuerzo para justificar esta falta de transparencia con respecto a la seguridad nacional. Hay una línea muy gruesa entre hacer todo lo que esté a nuestro alcance para llevar a los terroristas ante la justicia y cometer asesinatos premeditados por las opiniones políticas del objetivo", comentó.
El secuestro del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, por ejemplo, era perfectamente legítimo. Sin embargo, sería ridículo sugerir que el asesinato de Khashoggi sirvió a la causa de la justicia de alguna manera. señaló.
"De cara al futuro, Turquía se compromete a continuar sus esfuerzos para arrojar luz sobre el asesinato de Khashoggi. Seguiremos haciendo las mismas preguntas que planteé en un artículo de opinión para este periódico el año pasado: ¿Dónde están los restos de Khashoggi? ¿Quién firmó la sentencia de muerte del periodista saudita? ¿Quién envió a los 15 asesinos, incluido un experto forense, a bordo de los dos aviones a Estambul?", insistió Erdogan.
Redunda en nuestro interés, y en el de la humanidad, garantizar que no se vuelva a cometer un delito de ese tipo en ningún otro lugar. La lucha contra la impunidad es la manera más fácil de lograr ese objetivo. Se lo debemos a la familia de Jamal, concluyó.
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