Arabia Saudita y sus aliados acusan a Qatar de ayudar en ataque a Aramco
Países árabes del Golfo Pérsico plantean un nuevo alegato sobre los ataques contra la petrolera Aramco de Arabia Saudita y apuntan su dedo acusador contra Qatar.
Los líderes militares del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), se reunieron el jueves en Riad, capital saudita, y condenaron el uso del espacio aéreo de uno de sus países miembros (probablemente Qatar) para llevar a cabo los ataques del pasado 14 de septiembre contra las instalaciones del procesamiento petrolero de la compañía saudita Aramco, según la agencia británica de noticias Reuters.
De acuerdo con el informe, esta nueva declaración del CCG demuestra un cambio de posición de Arabia Saudita y EE.UU. respecto a sus acusaciones lanzadas en contra de Irán de estar detrás de los mencionados ataques.
Aunque las fuerzas yemenitas se atribuyeron abiertamente la responsabilidad del ataque, el reino árabe y su aliado Estados Unidos descartaron, contra toda lógica, que el ataque fuera lanzado desde Yemen y acusaron a Irán, sin prueba alguna.
Por su parte, las autoridades iraníes rechazaron estos infundios y aseguraron que la ofensiva yemenita fue en respuesta a las agresiones de Riad al país más pobre del mundo árabe.
En su apoyo a la defensa de Arabia Saudita ante los recientes ataques sufridos, los máximos representantes del Ejército del CCG enfatizaron que los bombardeos sobre Aramco han puesto en peligro la seguridad y la estabilidad de los países miembros de esta organización.
Los ataques a la planta petroquímica de Aramco interrumpieron la producción de 5,7 millones de barriles de petróleo, una cifra equivalente a casi la mitad de la producción total de esta compañía, hecho que causó un aumento en los precios del crudo en el mundo.
El Ejército yemenita y Ansar Allah han realizado durante los últimos meses decenas de ataques de represalia contra el régimen saudita y sus aliados, y han destruido gran cantidad de objetivos militares y centros estratégicos sauditas.
Las violentas agresiones sauditas contra Yemen, iniciadas desde 2015, en muchas ocasiones perpetradas con aeronaves y bombas fabricadas en Estados Unidos y otros países occidentales, han dejado más de 140 mil yemenitas muertos y heridos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que, si la guerra no se detiene, la cifra de víctimas mortales llegará a 500 mil para finales del año 2020.