Decenas de miles de personas se congregaron en la Plaza Baquedano, de Santiago, la capital chilena, como continuación de un paro nacional que a lo largo de todo el día se desarrolló convocado por la mesa de Unidad Social.

La multitud colmó la explanada, rebautizada por la población como Plaza de la Dignidad, así como gran parte de la Alameda, la principal avenida de la ciudad, hasta la altura de la Universidad Católica.

 

Por la mañana la plaza fue centro de la convocatoria del comité de huelga formado por casi un centenar de sindicatos y otras organizaciones, y desde allí más de cien mil personas marcharon pacíficamente por la Alameda, pasando por el palacio de La Moneda, hasta llegar a la Plaza de Los Héroes.

También de forma pacífica transcurrieron las marchas en decenas de localidades con manifestaciones multitudinarias, como en la sureña ciudad de Concepción, que congregó a más de 50 mil personas y fue calificada como la más grande desde que comenzaron las protestas callejeras el 18 de octubre.

En todas prevalecieron, entre otros reclamos, la creación de una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución para el país, y la exigencia de medidas concretas al gobierno para paliar las desigualdades existentes en Chile.

También, denuncias por las violaciones de derechos humanos por las fuerzas especiales de Carabineros y en especial por los reiterados ataques con perdigones y balines al rostro de manifestantes, lo que ha provocado graves lesiones oculares a más de 200 personas, así como muchas peticiones de renuncia del presidente Sebastián Piñera.

 

Asimismo desde el ámbito político, en una muestra de unidad, todos los partidos de oposición que son mayoría en el Congreso Nacional, firmaron una declaración pronunciándose por un plebiscito, Asamblea Constituyente y Nueva Constitución y rechazando la propuesta del gobierno de establecer un Congreso Constituyente.

Pero en contraste con el tono pacífico de las marchas y concentraciones de la mañana, esta tarde se produjeron en la capital numerosos altercados en los alrededores de la Plaza Baquedano, en la Alameda y en el centro de la ciudad, donde manifestantes levantaron e incendiaron barricadas y se enfrentaron a las fuerzas de Carabineros.

Prácticamente todos los comercios cerraron sus puertas temprano y se interrumpió alrededor de las 17.00 hora local el servicio de ómnibus públicos.

También se reportaron saqueos e incendios en otras ciudades al término de las multitudinarias marchas.

Así, en la norteña ciudad de Iquique fueron saqueadas varias tiendas incluido un supermercado donde fueron utilizados los productos para incendiar barricadas en las afueras de la instalación.

 

Hechos similares ocurrieron en Valparaíso y Viña del Mar, aunque en todos esos casos, según reportó Radio Cooperativa, no se apreció la intervención de las fuerzas policiales para impedir los desmanes, realizados por grupos pequeños de encapuchados.

Pero los incidentes más graves fueron informados desde Concepción, donde fueron incendiados el edificio de la gobernación provincial y de la secretaría regional del Ministerio de Educación, en el centro de la ciudad.