Tras golpe de Estado enviado de la ONU inicia gestiones en busca de la paz en Bolivia (+Fotos)
Al cumplirse una semana del golpe de Estado en Bolivia, se cuenta más de una veintena de muertos y cerca de 630 detenidos como resultado de la represión policial.
"A partir mañana vamos a empezar a encontrarnos con una multiplicidad de actores políticos y sociales para conversar sobre estos dos lineamientos: el lineamiento de la no violencia, el lineamiento de la protección de la vida", señaló el diplomático.
Tras reunirse con la presidenta del gobierno de facto, Jeanine Áñez, Arnault insistió en la necesidad urgente de contribuir de la mejor forma posible al objetivo de celebrar elecciones libres, transparentes e inclusivas.
Subrayó el representante de la ONU que al llegar a La Paz conoció de varios esfuerzos que calificó de "alentadores" en la dirección de buscar una salida política.
Al respecto expresó la esperanza de que la ONU pueda hacer una contribución a ese proceso de pacificación en el camino de la convocatoria a unos comicios en que todos los actores se sientan comprometidos.
Emisario del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de acuerdo con un comunicado publicado el 14 de noviembre, Arnault tiene la misión de contactar con "todos los actores políticos" y ofrecer el apoyo del organismo internacional en la búsqueda de una solución pacífica tras la convulsión social surgida a raíz del golpe de Estado contra el presidente constitucional Evo Morales.
Arnault arribó a Bolivia en un contexto caracterizado por las contradicciones entre el Ejecutivo en funciones y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que calificó de "grave" el decreto 4078, aprobado el 14 de noviembre, cuatro días después de la asonada golpista.
Esta normativa deslinda de responsabilidad penal a los militares que participan en los operativos contra los manifestantes partidarios del expresidente Morales, quien recibió asilo en México para preservar su vida e integridad.
Las CIDH dice que el decreto "desconoce los estándares internacionales de derechos humanos y por su estilo estimula la represión violenta".
Sin embargo, el recién nombrado ministro de Defensa, Fernando López, justificó la medida y opinó que la CIDH no toma en cuenta el contexto y situación que se vive en Bolivia, donde según dice actúan "grupos armados".