Soplan vientos de diplomacia en el Golfo
Un artículo del periodista estadounidense, David Ignatius, difundido por The Washington Post, sostiene que dos naciones beligerantes del Golfo, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, están explorando un posible diálogo con Teherán y sus aliados para aliviar las tensiones en Yemen y otros lugares.
Un artículo del periodista estadounidense, David Ignatius, difundido por The Washington Post, sostiene que dos naciones beligerantes del Golfo, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, están explorando un posible diálogo con Teherán y sus aliados para aliviar las tensiones en Yemen y otros lugares.
Según Ignatius, los países del golfo están más abiertos a las conversaciones con Irán y sus representantes, en parte porque han perdido parte de su antigua confianza en Estados Unidos como un protector militar confiable.
A su juicio, ese es uno de los costos de la política errática del presidente Trump, en la que alterna tweets sobre bombardear a Irán con bromitas sobre reunirse con líderes iraníes.
Estados Unidos, sostiene el periodista, prosigue su delicado diálogo con Irán, a través de un canal diplomático suizo, sobre un posible intercambio de prisioneros.
En su opinión, si las negociaciones auspiciadas por Suiza tienen éxito, podrían ser el comienzo de un compromiso más amplio entre Estados Unidos e Irán.
Por otro lado, la nueva actividad diplomática en relación con Yemen se ha hecho evidente en una visita a Washington esta semana de Yusef Alawi Abdullah, ministro de Asuntos Exteriores de Omán, que tradicionalmente ha sido un intermediario clave entre Estados Unidos y sus aliados e Irán.
Arabia Saudita también está sopesando una serie de ofertas para mediar con Irán: de Kuwait, Omán, Pakistán, Francia y Japón. Hasta ahora, no ha llevado a ningún canal formal entre los dos países.
Advierte Ignatius, que los sauditas quieren que Irán prometa “dejar de exportar su revolución y respetar la soberanía de sus vecinos”, antes de que se inicien las conversaciones.
Una fuente saudita reveló que el reino hizo esa demanda en una carta privada al líder supremo de Irán, el ayatollah Khamenei, pero Teherán no ha dado las garantías deseadas.
Por su parte, un alto funcionario de los Emiratos Árabes Unidos dijo: "La tendencia es hacia la diplomacia y la reducción de la tensión, sin duda, pero advirtió que su país quiere una declaración más clara de Irán: “que deje de entrometerse en la región”.
No obstante, Karim Sadjadpour, un alto cargo de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, señaló que el cinismo saudita y emiratí sobre Irán no ha cambiado, pero sí su cálculo sobre Estados Unidos; pues se dan cuenta de que Donald Trump no está de espaldas y que necesitan valerse por sí mismos.
Concluye Ignatius que lo que está en el viento es un proceso diplomático que ya está produciendo algunos avances en Yemen y que podría expandirse, pero no sin una señal más clara de lo que Estados Unidos quiere.