Razones por las que EEUU apoya a “Israel”
Asia occidental ha sido el eje del orden mundial durante más de un siglo, es decir, si se tuviera en cuenta que el dominio colonial fue parte de un patrón más amplio de intervención que se remonta a cuando las potencias europeas atacaron el cadáver en descomposición del Imperio Otomano a mediados del siglo XVIII, según el sitio Indian Punchline.
Antaño dijeron que, con la autosuficiencia en petróleo, Estados Unidos carecería de la dependencia del producido en el golfo Pérsico y ahora se habla de una reorientación de las estrategias globales de Estados Unidos en Asia-Pacífico, pero en realidad, una reducción de Estados Unidos en Asia occidental es inconcebible.
Incluso si la nación norteña ya no dependiera del petróleo del Golfo, otros países sí, incluida China, mientras que Washington no cedería el control de las rutas marítimas del océano Índico que sigue siendo una plantilla central del concepto estratégico norteamericano del Indo-Pacífico.
Sobre todo, el petrodólar es un pilar del dólar como moneda mundial desde 1979, cuando Estados Unidos y Arabia Saudita acordaron utilizar dólares para contratos petroleros.
El reciclaje de petrodólares crea demanda de activos estadounidenses y cualquier alejamiento podría aumentar los costos del endeudamiento de Estados Unidos, de las empresas y de los consumidores si las fuentes de dinero comenzaran a escasear.
También para contrarrestar el ascenso de China como potencia rival, Estados Unidos debe proteger sus puertas en Asia occidental y todo eso convierte a “Israel” en el eje central estadounidense de Asia occidental.
La situación en Asia occidental se está transformando radicalmente y las cuatro tendencias principales son: los Acuerdos de Abraham que perdieron impulso y ya no se puede esperar una estampida árabe para establecer relaciones con “Israel”.
Dos, Arabia Saudita está en transición. Se está produciendo un restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita y esta última comenzó a tender la mano para normalizar lazos con Qatar, Turquía, Siria e Irán y buscando formas de salir del atolladero en Yemen.
El Consejo de Cooperación del Golfo ya no sirve como foro regional para ejercer el liderazgo saudita, dice Indianpunchline.
En tercer lugar, la credibilidad de Estados Unidos como proveedor de seguridad se está erosionando y en diversos grados, los estados de la región iniciaron una diversificación de relaciones con inclinación hacia Rusia y China.
Ni un solo país de Asia occidental decidió identificarse con la diatriba estadounidense sobre el problema de los uigures en China o con las sanciones contra Rusia.
Irán también está en la cúspide del cambio.
Un esperado levantamiento de las sanciones estadounidenses cambiará la ecuación a favor de la República islámica y a ese aumento se suma la profundidad del movimiento de Resistencia palestino.
Es en ese contexto estalló el conflicto en Gaza, Jerusalén e “Israel”, del cual Indian Punchline describe las siguientes fallas: la abrumadora superioridad militar israelí está perdiendo cada vez más relevancia en el conflicto asimétrico; los disturbios entre comunidades dentro del territorio ocupado a Palestina no son un buen augurio para la unidad y estabilidad del régimen sionista.
Jerusalén sigue siendo una herida sangrante y el presidente de la Autoridad Palestina, Mohammed Abbas, rival del Movimiento Resistencia de Palestina, Hamas, está terminando y su base política, al-Fatah se enfrenta a una división en tres direcciones: el plan estadounidense-israelí-emiratí para tomar control sobre la Autoridad Palestina sufrió un revés y Hamas se convirtió en la fuerza dominante dentro de la Organización de Liberación de Palestina, sea en la guerra o en la paz.
Hamas probó su fortaleza y se le compara con Hizbulah de Líbano contra el cual el uso de la fuerza por “Israel” desencadenaría una respuesta de costos imprevisibles.
En ese escenario, el gobierno del presidente norteamericano, Joe Biden, trata de revivir viejos vínculos con los palestinos y reanudó una ayuda que cortó Donald Trump.
En Estados Unidos, la opinión pública no aceptaría otra intervención militar en Medio Oriente y el énfasis de Biden debe ser la diplomacia.
Entretanto, hay una oleada de opiniones dentro del Partido Demócrata, que se niega a tolerar o permitir el comportamiento israelí hacia los palestinos.
Es posible que Washington remodele sus relaciones con “Israel” y Palestina.
El columnista del New York Times, Thomas Friedman, escribió que el colectivo de Biden debía indicarle a “Israel” que el trato con la Autoridad Palestina en Cisjordania será el de un estado palestino en formación, y que habrá pasos diplomáticos para concretarlo y destinados a preservar la viabilidad de una solución de dos estados.
Hamas aspira a que se mantenga el alto el fuego, pero mientras continúen las políticas israelíes de anexión de territorios palestinos y limpieza étnica, la violencia continuará y la resistencia solo se endurecerá.