El presidente de la República de Irak, Barham Saleh, condenó el ataque estadounidense contra la sede de la Movilización Popular en el distrito de Al-Qaim realizado el domingo y lo consideró una violación de la soberanía iraquí.

Mientras dio seguimiento de cerca el resultado de los ataques, Saleh hizo hincapié en la necesidad de garantizar la seguridad y estabilidad del país, la protección de las misiones diplomáticas y embajadas, así como de las bases militares iraquíes y las Fuerzas Internacionales que apoyan los esfuerzos de Irak para combatir el terrorismo.

El presidente también puso énfasis en la necesidad de evitar que Irak tenga que pagar las consecuencias de los conflictos regionales e internacionales.

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Por otro lado, hizo un llamado a la moderación, y a contener la escalada y evitar cualquier cosa que pueda dañar al país en estas circunstancias tan críticas.

Asimismo, expresó sus condolencias a las familias de los mártires que cayeron en los ataques aéreos. Rezó a Dios para que los cubriera con su amplia misericordia y concediera a los heridos una pronta recuperación.

Por otro lado, trascendió que manifestantes iraquíes quemaron la bandera estadounidense en la Plaza Sadr en Najaf, y alzan las banderas iraquí y la Moviluzación popular en protesta contra la agresión estadounidense.

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