Trump ordenó muerte de Soleimani y atizó las llamas en el Medio Oriente, dice The Washington Post
En reuniones informativas con periodistas, los funcionarios estadounidenses justificaron el asesinato selectivo de Soleimani como un acto de "disuasión" basándose en la inteligencia de que el alto dirigente estaba planeando una serie de posibles ataques "inminentes" contra los intereses de Estados Unidos.
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Trump ordenó muerte de Soleimani y atizó las llamas en el Medio Oriente, dice The Washington Post
Durante el fin de semana, miles de dolientes en ciudades de Iraq e Irán participaron en las procesiones funerarias del general Qasem Soleimani, un prominente comandante iraní asesinado como resultado de un ataque con drones estadounidenses a un convoy que lo transportaba a él y a otros líderes de las Unidades de Movilización Popular fuera del aeropuerto internacional de Bagdad. El hecho atizó las llamas en la convulsa región, según el diario The Washington Post.
La muerte de Soleimani fue considerada como un martirio, el sacrificio heroico de un icono de la resistencia cuya influencia y supuesto carisma ayudaron a tejer una red de grupos pro-iraníes en todo Medio Oriente, destacó un artículo publicado en el influyente periódico The Washington Post.
Los líderes de Irán juraron "una severa venganza", aunque muchos analistas sospechan que el gobierno de Teherán esperará su momento antes de tomar una “violenta represalia”.
El domingo, cientos de miles de iraníes salieron a las calles de las ciudades iraníes para llorar a un héroe caído y condenar al poder "imperialista" que lo mató.
Apuntó el artículo que el presidente Trump ayudó a avivar aún más las llamas con un tuit que amenazaba con destruir los sitios culturales iraníes -lo que la mayoría de los estudiosos del derecho internacional le dirían que es un crimen de guerra- si el gobierno de Teherán buscara venganza por la muerte de Soleimani.
En Iraq, también, la reacción fue rápida. El parlamento del país votó el domingo para pedir la retirada de las tropas americanas en suelo iraquí.
La resolución no fue vinculante y "no puso en peligro inmediatamente la presencia estadounidense en Iraq”, escribió Erin Cunningham, citado por el rotativo.
Sin embargo, la medida "destaca los vientos en contra que enfrenta la administración de Trump después del golpe, que fue visto en Iraq como una violación de la soberanía y como una peligrosa escalada por los gobiernos de todo el Medio Oriente".
Para el presidente Trump y algunos de los dirigentes de la política exterior de Washington, todavía valdría la pena. En palabras de Trump, Soleimani era "el terrorista número uno del mundo", el cerebro detrás de una generación de guerra asimétrica en la región, así como de varios complots contra Estados Unidos.
En reuniones informativas con periodistas, los funcionarios estadounidenses justificaron el asesinato selectivo de Soleimani como un acto de "disuasión" basándose en la inteligencia de que el alto dirigente estaba planeando una serie de posibles ataques "inminentes" contra los intereses de Estados Unidos.
Otros funcionarios, hablando con la condición de mantener el anonimato, sugirieron que la evidencia de la participación directa de Soleimani era "muy poca" y que Trump había elegido el camino más extremo de represalias después de que los milicianos pro Irán asaltaron durante las protestas secciones de la embajada estadounidense en Iraq la semana pasada.
Soleimani era el jefe de la Fuerza Quds, un ala del poderoso Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán.
La administración Trump cree que su campaña de "máxima presión" contra Irán está funcionando.
El secretario de Estado Mike Pompeo declaró el mundo como un "lugar más seguro" después de la muerte de Soleimani, pero "mi sensación es que veremos una escalada en Iraq", advirtió Maha Yahya, directora del Centro Carnegie de Medio Oriente.
La experta no cree que los iraníes realmente quieran una guerra con Estados Unidos. “El problema es que sólo hace falta un pequeño error y toda la región quedaría engullida", señaló.
En medio de la crisis, Estados Unidos ordenó a los ciudadanos estadounidenses que salieran de Iraq y suspendió sus programas de cooperación militar y de entrenamiento con las fuerzas de seguridad iraquíes, recordó el diario.
Esta última acción corre el riesgo de socavar el esfuerzo en curso para derrotar al Estado Islámico extremista (Daesh). Y el gobierno de Trump difícilmente ha logrado reunir un frente unido para su causa, con Pompeo lamentando cómo los aliados europeos - que están tratando de mantener a flote lo que queda del acuerdo nuclear - no fueron "lo suficientemente útiles".
"Para las capitales europeas", escribió Ellie Geranmayeh del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, "esto significa que sus peores predicciones – que advirtieron a la administración Trump que retirarse del acuerdo nuclear con Irán desencadenaría una escalada en cadena con Teherán- se están haciendo realidad".