Actual equipo de Seguridad Nacional de EE.UU. está menos dispuesto a desafiar a Trump, ¿es una desventaja?
Según funcionarios de la administración y otros consultados por la Casa Blanca, “el nuevo equipo fue cohesivo y menos inclinado que sus predecesores a retroceder en contra de los deseos del presidente”.
-
Actual equipo de asesores de seguridad nacional de EE.UU. está menos dispuesto a desafiar a Trump. ¿Será eso una desventaja?
De acuerdo con declaraciones de funcionarios estadounidenses, confirmadas por The Wall Street Journal, el presidente de Estados Unidos y su equipo de asesores de seguridad nacional sintieron alivio cuando conocieron que el ataque iraní contra bases estadounidenses en Iraq no había causado bajas.
Para la publicación, la rapidez con que se desarrollaron los acontecimientos muestra la influencia del nuevo equipo de asesores militares y de Seguridad Nacional de alto nivel que ahora rodea al presidente.
Según funcionarios de la administración y otros consultados por la Casa Blanca, “el nuevo equipo fue cohesivo y menos inclinado que sus predecesores a retroceder en contra de los deseos del presidente”.
Además, consideran que el asesinato de Suleimani es la acción militar más decisiva del primer mandato de Trump, al eliminar -lo que ellos consideraban.- un antiguo enemigo de Estados Unidos.
Ahora el equipo de Seguridad Nacional debe manejar las consecuencias. Estas incluyen:
.- La interrupción de la campaña dirigida por Estados Unidos contra Daesh en Iraq
.- Las demandas de que los cinco mil 300 soldados estadounidenses abandonen el país por completo
.- La decisión de Irán de levantar los límites al enriquecimiento de uranio y dar otro paso atrás respecto al acuerdo nuclear.
En el pasado, los funcionarios del Pentágono han destacado los riesgos de tomar una acción militar que temían que se saliera de control y llevara a represalias contra sus tropas en Medio Oriente.
Esta vez, según informaron funcionarios de la administración a The Wall Street Journal, los asesores principales tenían una mentalidad más parecida a la de confrontar directamente a Irán después de meses de escaramuzas con los apoderados iraníes.
La desventaja, dicen algunos críticos de la administración, es que el equipo parece menos dispuesto a desafiar a Trump.
Cuentan funcionarios estadounidenses, que al principio no había unanimidad entre los asesores sobre la conveniencia de atacar al general Suleimani. Sin embargo, los servicios de inteligencia señalaron la posibilidad de que se produjeran más ataques con apoyo iraní contra el personal militar del Pentágono en la región.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos informaron que el general Suleimani iría a Bagdad el 2 de enero. Algunos funcionarios advirtieron que no lo atacarán allí por temor a dañar las relaciones con Iraq, donde Estados Unidos e Irán compiten por la influencia.
Pero los asesores abogaron por un ataque cuando el general Suleimani viajara cerca del aeropuerto internacional de Bagdad y que lo atacaran sin golpear a los civiles iraquíes y en un lugar donde Estados Unidos controla el espacio aéreo.
Según un funcionario estadounidense: “Esa fue una de las pocas opciones presentadas a Trump durante el fin de semana después de Navidad, todas las cuales fueron respaldadas por el equipo… Otras variantes pueden haber sido menos provocativas, pero habrían resultado en más bajas. La autorización final fue dada al Pentágono el lunes 30 de diciembre. La operación fue planeada muy rápidamente".