EE.UU.: Iraq corre riesgo de perder acceso a cuenta bancaria si expulsa a las tropas estadounidenses
La pérdida de acceso a la cuenta de la Fed de Nueva York, donde se mantienen los ingresos por venta internacional de petróleo, podría crear una crisis de efectivo en el sistema financiero de Iraq
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EE.UU.: Iraq corre riesgo de perder acceso a cuenta bancaria si expulsa a tropas estadounidense del país.
El gobierno de Estados Unidos advirtió a Iraq esta semana que corre el riesgo de perder el acceso a una cuenta bancaria crítica del gobierno si Bagdad expulsa a las fuerzas estadounidenses del país, tras el asesinato del general iraní de Qasem Suleimani, informó The Wall Street Journal.
Según funcionarios estadounidenses, el Departamento de Estado advirtió que Washington podría cerrar el acceso de Iraq a la cuenta en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, una medida que podría sacudir la economía ya inestable del país árabe.
Iraq, como otros países, mantiene cuentas del gobierno en la Reserva Federal de Nueva York como una parte importante de la gestión de las finanzas del país, incluidos los ingresos de las ventas de petróleo.
La pérdida de acceso a las cuentas podría restringir el uso de esos ingresos por parte de Iraq, creando una crisis de efectivo en el sistema financiero y restringiendo un lubricante crítico para la economía.
La posibilidad de sanciones estadounidenses contra Iraq surgió después del ataque aéreo estadounidense del 3 de enero que mató al mayor general iraní Qassem Suleimani en el aeropuerto internacional de Bagdad.
El parlamento iraquí votó el domingo para instar al primer ministro Adel Abdul-Mahdi a trabajar en la expulsión de los aproximadamente 5 mil 300 soldados estadounidenses.
En respuesta a la resolución no vinculante, que fue respaldada por el primer ministro, el presidente Trump amenazó con imponer sanciones contra Iraq si los Estados Unidos se veían obligados a retirar sus tropas.
Abdul-Mahdi avanzó con esos planes esta semana, solicitando que Estados Unidos acepte conversaciones para planificar la retirada segura de las tropas estadounidenses, según una descripción iraquí de una llamada del jueves con el secretario de Estado Mike Pompeo.
Pompeo no estuvo de acuerdo con la versión de Iraq y dijo que Estados Unidos continuará su campaña contra Daesh en la nación árabe.
A su vez, el Departamento de Estado se negó a comentar sobre la advertencia de Estados Unidos a Iraq sobre su cuenta de la Fed de Nueva York.
La advertencia con respecto a la cuenta del banco central iraquí fue transmitida al primer ministro iraquí en una llamada el miércoles, según un funcionario en su oficina, que también se refirió a la asociación militar, política y financiera general entre los dos países.
Los portavoces del primer ministro iraquí, su banco central y su embajada en Washington no respondieron a las solicitudes de comentarios. Los departamentos de Estado y del Tesoro de los Estados Unidos y la Junta de la Reserva Federal también declinaron hacer comentarios.
El Banco de la Reserva Federal en Nueva York, que puede congelar cuentas bajo la ley de sanciones de los Estados Unidos o si tiene sospechas razonables de que los fondos podrían violar la ley de los Estados Unidos, dijo que no hace comentarios sobre los titulares de cuentas específicas.
Las posibles consecuencias económicas y financieras están afectando a los funcionarios iraquíes mientras intentan abordar la presencia de tropas estadounidenses sin provocar una reacción violenta.
En los últimos días, los funcionarios iraquíes han enfatizado la necesidad de relaciones amistosas con Estados Unidos, incluso cuando las milicias y políticos pro iraníes ejercen presión para expulsar a las tropas estadounidenses.
Por su parte, Abdul-Mahdi ha dicho que la salida de las tropas estadounidenses es la única forma de evitar conflictos en Iraq porque Estados Unidos no confía en las fuerzas de seguridad del país para proteger a sus tropas.
Pero hay dudas sobre su autoridad para desalojarlos, dada su condición de primer ministro interino. Entre otros posibles obstáculos están los líderes kurdos y la mayoría de los sunitas, que boicotearon la sesión en la que los parlamentarios votaron sobre la expulsión de las tropas.