Experto en vacunas expulsado por Trump: “inacción” del Gobierno de EE.UU. costó vidas
Rick Bright acusa a la Administración de ignorar sus advertencias y de promocionar el uso de fármacos no probados. “Esa inacción ha puesto en riesgo muchas vidas de nuestro personal sanitario“, consideró en su declaración.
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Experto en vacunas expulsado por Trump: “inacción” del Gobierno de EE.UU. costó vidas
Rick Bright, un experto en vacunas que la Administración Trump expulsó el pasado mes de abril, afirmó que la "inacción" de la Casa Blanca causó pérdidas de vidas a causa de la pandemia de la Covid-19 en Estados Unidos.
Bright aseguró este jueves que su expulsión está relacionada con sus críticas a la gestión federal de la pandemia del nuevo coronavirus y a la promoción de fármacos no probados.
El exfuncionario hizo pública su denuncia después de que el Gobierno lo apartara de su labor como jefe de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico (BARDA), pero ya previamente había lanzado advertencias internas sobre la respuesta a la crisis sanitaria.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos, al que pertenece la agencia que dirigía el denunciante, es la que peor parada ha salido de la comparecencia.
Según dijo, él mismo presionó para aumentar la producción de equipos médicos pero ignoraron sus peticiones hasta que, meses después, le informaron de que los funcionarios no creían que hubiera una “escasez crítica” de mascarillas.
“Esa inacción ha puesto en riesgo muchas vidas de nuestro personal sanitario“, consideró Bright en su declaración. “Llevé eso a los niveles más altos que pude en HHS y no obtuve respuesta”, añadió. “Esa fue nuestra última oportunidad de activar la producción (de equipo protector necesario) para salvar las vidas de los trabajadores de la salud. Y no actuamos“.
El experto en vacunas también puso sobre la mesa que todavía el personal médico está expuesto a un mayor riesgo del que debería. “Se pusieron vidas en peligro y creo que algunas se perdieron”, dijo antes de agregar que algunas mascarillas N95 que se han aceptado de otros países no cumplen los estándares de calidad estadounidenses. Eso puede llevar a que las enfermeras piensen que están protegidas cuando no es cierto.
Otras de las discrepancias que planteó Bright -y que, según él, le costaron el puesto- fue la promoción federal de cloroquina e hidroxicloroquina. La administración permitió el uso de emergencia de estos medicamentos, empleados contra la malaria, a pesar de no haber sido probados para tratar el coronavirus. Estudios posteriores, que aún no han superado la revisión por pares, sugieren que estos fármacos no ayudan y que, de hecho, pueden causar problemas.