La primera ministra de Noruega, Erna Solberg, rechazó la afirmación del presidente de estadounidense, Donald Trump, de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está controlada por China y criticó su decisión de retirar a Estados Unidos de la organización.

Según reportes de prensa, Solberg es el primer líder mundial en reprender públicamente a Trump por su decisión, lo que ha provocado una reacción política mundial sorda. 

Mientras que más de 65 organizaciones internacionales de la salud criticaron el miércoles el movimiento, los compañeros líderes de Trump han ignorado públicamente hasta ahora su dramático anuncio de la rosaleda. 

La Casa Blanca aún no ha dado detalles de cómo y cuándo exactamente se retirarán los EE.UU.; algunos demócratas han argumentado que requiere la aprobación del Congreso.

En entrevista virtual de POLITICO, Solberg dijo que la decisión de Trump "es la respuesta equivocada" a las preocupaciones sobre la OMS.

"Espero que podamos recuperar a los Estados Unidos", añadió.

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Solberg dijo que la OMS ha experimentado una "transformación" para mejor desde la crisis del ébola en 2018 y "debemos seguir trabajando con las instituciones que tenemos".

No obstante, Solberg estuvo de acuerdo en que China probablemente retuvo información de la OMS en las etapas iniciales de la propagación del coronavirus, alegando que no ha sido "el país más abierto". 

China y Noruega tienen una historia reciente difícil: Pekín rompió las relaciones diplomáticas con Oslo durante seis años, entre 2010 y 2016, después que el comité noruego del Premio Nobel de la Paz honrara a Liu Xiaobo, un activista chino de derechos humanos encarcelado.

Pero la primera ministra noruega negó rotundamente la afirmación de Trump de que sólo Pekín tiene influencia sobre las acciones de la OMS. "No creo que China controle la Organización Mundial de la Salud", dijo.

Asimismo, hizo un llamado a otros países para que ayuden a llenar el vacío de financiación que se crearía si Estados Unidos terminan abandonando la organización en 2021. Noruega es el mayor donante de ayuda per cápita del mundo, pero "por sí solo no puede llenar ese vacío", dijo Solberg.

Con una población de sólo 5 millones de personas, Noruega ya ha prometido mil millones de dólares en ayuda para la respuesta mundial al coronavirus. Esto eleva su ayuda al desarrollo para 2020 a alrededor de mil dólares per cápita, aproximadamente 10 veces la tasa de Estados Unidos.

Al preguntársele su reacción a las protestas contra la brutalidad policial y el racismo que han convulsionado las ciudades estadounidenses, Solberg expresó su tristeza por lo que calificó de racismo "a largo plazo" y sistémico en los Estados Unidos.

Sugirió, sin embargo, que muchos de los temas centrales de las protestas se extienden más allá de las fronteras de Estados Unidos. "Todos reconocemos que mucha gente se siente excluida en los últimos años, no sólo en Estados Unidos. Si se observa la forma en que Covid-19 afecta a las sociedades, son más las minorías, más las personas que tienen trabajos de bajos ingresos" las que sufren, dijo Solberg.