Black Lives Matter de grito de guerra a lema mundial
Black Lives Matter (Las vidas negras importan) fue en algún momento un grito de guerra contra la discriminación racial y la brutalidad policíaca, pero hoy ha pasado a ser un lema adoptado por todo el mundo, incluidos políticos de renombre como el senador Mitt Romney, un excandidato presidencial republicano.
Black Lives Matter (Las vidas negras importan) fue en algún momento un grito de guerra contra la discriminación racial y la brutalidad policíaca, pero hoy ha pasado a ser un lema adoptado por todo el mundo, incluidos políticos de renombre como el senador Mitt Romney, un excandidato presidencial republicano.
La frase está pintada con letras amarillas brillantes en el camino hacia la Casa Blanca y a medida que crece el consenso sobre la existencia de racismo sistémico en la policía y otras facetas de la vida estadounidense, sus fundadores buscan extenderla más allá, aprecia The Washington Post.
Los activistas perciben una oportunidad única para exigir cambios que una vez parecían exagerados, recortes de los presupuestos policiales a favor de programas sociales y que la justicia recaiga con mayor rigor sobre los oficiales asesinos de residentes.
“Ahora es algo en lo que los Mitt Romneys del mundo pueden unirse, y eso fue algo inimaginable en 2014”, dijo Justin Hansford, participante en los disturbios en Ferguson, Missouri, por el asesinato de un adolescente negro desarmado en esa localidad.
Es el resultado de seis años de arduo trabajo de personas que lograron cambiar los corazones y las mentes de las personas, dijo el ahora director ejecutivo del Centro de Derechos Civiles Thurgood Marshall de la Universidad de Howard.
Los estadounidenses con el lema Black Lives Matter salieron a las calles en las protestas más radicales y sostenidas en la historia del país, con manifestaciones en los 50 estados y el Distrito de Columbia, apunta The Washington Post.
Gigantes corporativos como Walmart prometieron comprometerse con la lucha por la igualdad racial en sus sitios web.
“Hace siete años, la gente pensaba que Black Lives Matter era una idea radical”, dijo Alicia Garza, cofundadora del Movimiento por las Vidas Negras, en una entrevista con Chuck Todd en el programa Meet the Press de la cadena NBC.
Y ahora, agregó, se convirtió en un nombre familiar y tema de debate en todo el mundo.
No parecía probable ni incluso posible que el público estadounidense estuviera de acuerdo sobre el racismo en la policía y hubo hasta quien enarboló acusaciones de que el movimiento civil alentaba a la violencia contra la policía.
Las protestas actuales están ocurriendo en el contexto de una pandemia global que, en Estados Unidos, se ensañó en las minorías y contribuyó a llamar la atención sobre las brechas de recursos en las comunidades negras, dijo Jason Purnell, un experto en salud pública en Saint. Louis, incluida la insuficiente a la atención médica y las altas tasas de pobreza.
Eso, a su vez, forzó a preguntas sobre dónde se asignan los dólares del Gobierno y qué parte va a los departamentos de policía en comparación con otros gastos.
Y propiciar argumentos de presión a las gobernaciones para que se gaste menos en vigilancia y más en vivienda, salud mental y otras prestaciones sociales.