Trump más corrupto que nunca, dicen legisladores demócratas
Nuestro país hace mucho tiempo pasó el punto donde el silencio es complicidad. La historia no será amable con los que permanecen mudos, aseguraron los legisladores demócratas a The Washington Post.
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Trump más corrupto que nunca, dicen legisladores demócratas.
Los legisladores Adam Schiff y Zoe Lofgren (California), Jerrold Nadler (Nueva York), Hakeem Jeffries (Nueva York), Val Demings (Florida), Sylvia García (Texas) y Jason Crow (Colorado), aseguraron que Donald Trump está más corrupto que nunca.
Hace cuatro meses, el presidente enfrentó un juicio por abusar de su poder para socavar la seguridad nacional, la integridad de las elecciones estadounidenses y la estructura constitucional de la República.
Los esfuerzos con el objetivo de que uno de sus aliados cometiera trampa hacia el ejercicio comicial, violaron la confianza pública, revelaron su incapacidad para el cargo y que sus prioridades pasan por encima de los de la nación, declararon los legisladores a The Washington Post.
Después de ese juicio político, el mandatario no cambió su actitud. Sigue siendo tan ilegal y corrupto como siempre.
Pero su fechoría tiene consecuencias mayores dados los desafíos de la nación y ante el fracaso de los que lo rodean para frenar esos impulsos destructivos y es evidente la falta de voluntad de los congresistas de ejercer control y equilibrio como pretendían los Fundadores de la nación.
Después de concluido el proceso judicial, Trump se centró en atacar las instituciones que podrían recabar responsabilidad y proporcionar transparencia.
Despidió o retiró a cinco inspectores generales por simplemente hacer su trabajo: incluir informes sobre la escasez de equipos de protección y suministros en hospitales e investigar posibles conductas indebidas del secretario de Estado, Mike Pompeo.
Y dejó claro su interés en convertir al Departamento de Justicia, tradicionalmente independiente, en un brazo político con el que castigar a los enemigos y proteger a los aliados.
A la vez se ha dirigido a un elemento aún más fundamental de la democracia: el derecho al voto.
El presidente ha tratado con frecuencia de desacreditar la votación por correo, pese a que es una forma segura y necesaria con la presencia de la pandemia de la Covid-19.
Sus ataques a ese sistema, refiere el septeto de legisladores, busca minar los resultados de las elecciones de noviembre.
Trump ni siquiera intenta ocultar sus deseos de reelección y somete a los estadounidenses a escoger entre salud y voto.
Teme que, si votan más estadounidenses, su reelección estará en peligro. Entonces, en lugar de ser más receptivo a la voluntad del pueblo, el presidente y sus facilitadores buscan privar de sus derechos a millones, opinan los diputados demócratas.
Empero, las acciones destructivas de Trump no se detienen en socavar el estado de derecho, las elecciones o la democracia misma, porque también las dirige a ciudadanos estadounidenses.
El presidente necesita cómplices y el silencio de muchos otros para esconder tales aviesas intenciones.
Nuestro país hace mucho tiempo pasó el punto donde el silencio es complicidad. La historia no será amable con los que permanecen mudos, aseguraron los legisladores.
El exsecretario de Defensa Jim Mattis reprendió a Trump y advirtió sobre la amenaza que representa para la democracia; el exsecretario de Estado Colin Powell confesó que no lo apoyará porque se ha alejado de la Constitución.
Es el momento de ponerse de pie y ser escuchado. La nación que todos amamos necesita tus voces más que nunca, demandan Adam Schiff, Jerrold Nadler, Zoe Lofgren, Hakeem Jeffries, Val Demings, Sylvia García y Jason Crow.