Rouhani: Irán no dependerá del estrecho de Ormuz para exportar crudo
El oleoducto que construye proporcionará al país una ruta alternativa para las exportaciones de crudo que se realizan ahora a través del estrecho de Ormuz.
Irán construye un oleoducto que proporcionará al país una ruta alternativa para las exportaciones de crudo que se realizan ahora a través del estrecho de Ormuz.
Gracias al oleoducto Gore-Yask, que se extenderá a través del mar de Omán, la República Islámica ya no dependerá del estrecho de Ormuz para las exportaciones de crudo, expresó el presidente de Irán, Hassan Rouhani.
De esta manera, el mandatario iraní saludó este jueves el inicio del proyecto de construcción del estratégico oleoducto de mil kilómetros que conecta el campo petrolífero de Gore, en la provincia sureña de Bushehr, con el puerto de Yask, ubicado en la provincia meridional de Hormozgan.
De acuerdo con el presidente, en ausencia de una ruta alternativa, las exportaciones de crudo de Irán se detendrían por completo en caso de que el estrecho de Ormuz fuese cerrado por cualquiera razón.
Aunque la República Islámica, agregó, sigue comprometida con proveer la seguridad del estrecho de Ormuz, la construcción de un nuevo oleoducto aumentará la seguridad energética de Irán.
Rouhani dijo que el proyecto, cuyo desarrollo estaba inicialmente en manos de una compañía extranjera, quedó suspendido en 2018 a causa de las sanciones unilaterales impuestas por EE.UU. contra el país, pero compañías nacionales tomaron la continuación de las obras.
Asimismo, destacó que las sanciones no han podido impedir el avance tecnológico del país.
“Los embargos pese a ser catastróficos, han creado algunas oportunidades al país, haciéndonos reiniciar este gigantesco proyecto utilizando tecnologías nacionales”, recalcó.
En cuanto al proyecto, el gobernante iraní precisó que fue asignado un presupuesto de 2 mil millones de dólares, y adelantó que parte del oleoducto entraría en funcionamiento a final del actual año del calendario iraní (19 de marzo de 2021).
Como se conoce, la vía fluvial y la región más amplia del Golfo han sido escenario de tensiones sin precedentes entre Teherán y Washington en los últimos dos años, en particular, después que EE.UU. abandonara unilateralmente el acuerdo nuclear de 2015 y reimpusiera sanciones a Irán con el objetivo de reducir a cero las exportaciones petroleras de Irán.
Por otro lado, las autoridades iraníes han alertado en distintas ocasiones que mientras el país pueda exportar su petróleo a través del estrecho de Ormuz, esta vía navegable permanecerá abierta.