Armas incautadas en Iraq prueban financiamiento extranjero a terroristas de Daesh
Las operaciones militares realizadas en diferentes partes de la provincia de Diyala, en el este de Iraq, iniciadas el pasado junio, prueban el apoyo financiero a la banda terrorista Daesh, señaló Sadeq al-Huseini, comandante de las Unidades de Movilización Popular al diario local Baghdad Today.
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Armas incautadas en Iraq prueban financiamiento extranjero a terroristas de Daesh.
Las nuevas armas confiscadas de los escondites del grupo terrorista Daesh muestran que las potencias occidentales, con el apoyo de fuerzas aliadas en la región, siguen apoyando a esta banda extremista Daesh, afirmó Sadeq al-Huseini, comandante de las Unidades de Movilización Popular al diario local Baghdad Today.
Según el alto oficial iraquí, las operaciones militares realizadas en diferentes partes de la provincia de Diyala, en el este de Iraq, iniciadas el pasado junio, prueban el apoyo financiero a la banda terrorista Daesh.
Al-Huseini apuntó que, de hecho, Iraq está luchando contra una banda extremista apoyada por distintas partes.
“Las cosas que se hallan en los escondites de Daesh, incluyendo equipos logísticos, armas y municiones, muestran que nuestra guerra contra Daesh continúa, y el país aún enfrenta grandes conspiraciones”, afirmó.
En el segundo día de operaciones antiterroristas en la localidad de Tarmiya, al norte de Bagdad (capital) y en la provincia central de Salah Al-Din, las fuerzas de seguridad iraquíes incautaron cinco escondites de Daesh, incluida una base subterránea.
De acuerdo con el comandante de las operaciones de Bagdad (capital), teniente general Qais al-Muhammadawi, los artefactos explosivos fueron desmantelados y los terroristas que estaban allí fueron arrestados.
Dicha operación antiterrorista comenzó el jueves con el objetivo de identificar y perseguir a los remanentes de Daesh, limpiar las zonas al norte de la capital de su presencia para mejorar la seguridad y la estabilidad de la zona, así como proteger a los civiles ante actividades terroristas sin precedentes en áreas al norte, oeste y este de la capital iraquí, en las provincias de Salah Al-Din, Diyala y Al-Anbar (oeste), en comparación con los últimos dos años.