Califican de acto peligroso asalto a cancillería libanesa
Hay oportunistas que están llevando las manifestaciones a otra dirección, advirtió el secretario de la dirección del Movimiento Independiente Nasserita / Movimiento Al-Mourabitoun, Mustafa Hamdan.
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Califican de acto peligroso asalto a cancillería libanesa
El secretario de la dirección del Movimiento Independiente Nasserita / Movimiento Al-Mourabitoun, Mustafa Hamdan, advirtió que quienes asaltaron la cancillería lianesa cometieron un acto muy peligroso.
Hay oportunistas que están llevando las manifestaciones a otra dirección y agregó que quienes ingresaron al Ministerio de Relaciones Exteriores libanés deben asumir la responsabilidad de lo que hicieron, dijo.
En una entrevista con Al Mayadeen, Hamdan destacó que las fuerzas de seguridad deben enfrentar a quienes ingresaron a la cancillería.
También señaló que estos hombres amenazan la existencia de El Líbano y que los oficiales y militres jubilados deben desautorizar a quienes ingresaron a la dependencia gubernamental.
A su vez, expresó que quienes irrumpieron en el Ministerio de Relaciones Exteriores pretenden dividir al Líbano, considerando que son "parte de este circo criminal y corrupto", y agregó que lo sucedido es muy peligroso por lo que “el poder judicial debe actuar".
En declaraciones al propio canal, el general de brigada retirado del Ejército libanés Charles Abi Nader dijo que la mayoría de los que entraron en el Ministerio de Relaciones Exteriores eran saboteadores y que tienen vínculos con el extranjero.
Abi Nader opinó que aquellos dedicados a actos de sabotaje no quieren que continúe la investigación sobre la explosión el puerto.
Fuentes de Al Mayadeen revelaron que hay un plan para asaltar más de un ministerio en el Líbano para destruir documentos y archivos relacionados con la corrupción desde 1992.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Beirut hizo declaraciones referentes a que el “pueblo libanés ha sufrido mucho y merece líderes que escuchen sus demandas con transparencia e implementar la rendición de cuentas".
Los grupos que irrumpieron en los Ministerios de Relaciones Exteriores y Economía y llevaron a cabo actos de sabotaje incluían a oficiales y militares jubilados. Después de asaltar el edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores en Ashrafieh, levantaron una gran pancarta que decía: "Beirut es una ciudad sin armas", y otra en la que se leía: "Beirut es la ciudad de la revolución".