Jaafari informa a Guterres sobre la trágica situación en Hasakeh
El representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar Jaafari, confirmó en una llamada telefónica con Guterres que el comportamiento agresivo de Turquía de cortar el agua potable a Hasakah es un crimen de guerra y de lesa humanidad.
Siria ha pedido al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, que intervenga de inmediato para detener el crimen de cortar el agua potable por parte del ocupante turco a casi un millón de sirios en la gobernación de Hasakeh, en el noreste del país.
El representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar Jaafari, confirmó en una llamada telefónica con Guterres que el comportamiento agresivo de Turquía de cortar el agua potable a Hasakah es un crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad.
Guterres respondió al mensaje de Jaafari confirmando que hará todo lo posible de inmediato con el gobierno turco y las otras partes para garantizar la presión para resolver el problema lo antes posible.
El secretario general de las Naciones Unidas también confirmó que asignaría a su enviado especial, Geir Pedersen, para trabajar en abordar este tema a través de su reunión con representantes de Estados Unidos, Rusia y Turquía en Ginebra el próximo lunes.
La ciudad de Hasakeh y su campo entró en su décimo día sin agua, luego de que la parte turca cortara el agua a aproximadamente un millón de civiles en la región, por decimotercera vez desde que ocupó Ras al-Ain y su campo, como parte de la Operación Fuente de Paz que lanzó en octubre de 2019.
La población civil de la región está sufriendo trágicas condiciones ante la ausencia de una fuente alternativa de agua, las altas temperaturas y el temor a un brote del nuevo coronavirus, en el que las infecciones van en aumento, según estadísticas oficiales del Ministerio de Salud sirio, y las estadísticas de la “Autoadministración” kurda, que controla la mayor parte de la provincia.
Turquía cortó el agua en respuesta a la "autoadministración" kurda que cortó la electricidad a Ras al-Ain y Tal Abyad y su campo, en medio de los esfuerzos rusos para resolver el problema y devolver el agua a la región.