UE advierte a Kosovo y Serbia sobre el movimiento de sus embajadas de Tel Aviv a Jerusalén
La Unión Europea advirtió a Serbia y Kosovo sobre su reciente decisión de trasladar sus embajadas de Tel Aviv a Jerusalén, toda vez que dicho movimiento podría socavar las esperanzas de ambos países de unirse al bloque.
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Peter Stano, portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE.
"No hay ningún estado miembro de la UE con una embajada en Jerusalén", dijo el portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Peter Stano, en una conferencia de prensa en Bruselas, la capital belga el lunes.
"Cualquier medida diplomática que pueda poner en duda la posición común de la UE sobre Jerusalén es un asunto de seria preocupación y lamentación", agregó.
La UE sigue comprometida con la llamada "solución de dos estados" para poner fin al conflicto israelí-palestino que dura ya varias décadas, dijo, y añadió que el bloque espera que los posibles miembros, específicamente Serbia, se "alineen progresivamente" con sus posiciones de política exterior.
Stano señaló que "desde que Kosovo y Serbia identificaron la adhesión a la UE o la integración en la UE como su prioridad estratégica, la UE espera que ambos actúen de acuerdo con este compromiso, para que la perspectiva europea no se vea socavada".
Este acontecimiento se produce cuando el presidente serbio Aleksandar Vucic y el primer ministro de Kosovo, Avdullah Hoti, se reunirán en Bruselas para una segunda ronda de conversaciones cara a cara con la UE para resolver las disputas dos décadas después de haber pasado por una guerra sangrienta.
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El primer ministro de Kosovo, Avdullah Hoti (izquierda) y el presidente serbio, Aleksandar Vucic.
Ambas partes han estado en conversaciones dirigidas por la UE durante una década para normalizar su relación, pero se han hecho pocos progresos.
Las relaciones entre Kosovo y Serbia empeoraron cuando las negociaciones sobre el intercambio de territorio y los cambios de frontera se derrumbaron en 2018.
En un movimiento inesperado el viernes, el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump anunció que Washington había negociado un acuerdo entre Serbia y Kosovo para normalizar los lazos económicos.
El anuncio sorprendió a los europeos, que están liderando complejas conversaciones entre los dos países sobre la mejora de sus relaciones, que han estado muy tensas durante mucho tiempo.
Sin embargo, del acuerdo también surgieron dos decisiones inesperadas. Serbia dijo que trasladaría su embajada de Tel Aviv a la Jerusalén ocupada, unos tres años después de que Washington, en un movimiento altamente provocativo, reconociera la ciudad como la “capital” de (Israel).
La mayoría musulmana de Kosovo, por su parte, prometió que reconocería al régimen ocupante. Añadieron que también establecería su misión diplomática en Jerusalén después de obtener el reconocimiento de (Israel).
La medida llega cuando Kosovo busca desesperadamente legitimar aún más su declaración de independencia y condición de estado.
Kosovo declaró su independencia de Serbia en 2008, después de luchar en una guerra en 1998-1999 que terminó con una intervención de la OTAN. Serbia, que se niega a aceptar a su antigua provincia del sur como un estado independiente, ha bloqueado hasta ahora su ingreso en las Naciones Unidas y otros organismos internacionales.
Sin embargo, muchos países reconocen a Kosovo como un Estado independiente, entre ellos los Estados Unidos y la mayoría de los miembros de la Unión Europea.
El mes pasado, el presidente de los Estados Unidos también negoció un acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos que conduciría a una plena normalización de las relaciones diplomáticas entre ambas partes.
El muy controvertido acuerdo entre Abu Dhabi y Tel Aviv ha sido ampliamente condenado en los territorios palestinos ocupados y en el mundo árabe.
El acuerdo se produce a la vista de la Resolución 478 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, adoptada el 20 de agosto de 1980, que prohíbe a los países establecer misiones diplomáticas en Jerusalén.