Túnez: el gobierno de Mechichi impone nuevos equilibrios políticos
Después de otorgar confianza al gobierno de Hichem Mechichi, los partidos tunecinos cambian su estrategia y tácticas políticas y se proponen formar frentes políticos que pretenden ser equilibrados y eficaces en la próxima escena política.
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Parlamento tunecino.
Los frentes parlamentarios parecen ser el título destacado para la próxima etapa en Túnez. Después de otorgar confianza al gobierno de Hichem Mechichi, los partidos tunecinos cambiaron su estrategia y tácticas políticas y se dispusieron a formar frentes políticos que pretenden ser equilibrados y efectivos en la próxima escena política.
El escenario político en Túnez se conoce desde hace meses, fluctuaciones y conflictos, ya que el parlamento disperso que se produjo por las elecciones de 2019 ha provocado inestabilidad en el país, ya que se formaron tres gobiernos, el último de ellos fue el gobierno presbiteriano, al que los bloques parlamentarios le dieron confianza a regañadientes, pronosticando su falta de resistencia debido al gran desacuerdo sobre su composición.
Y debido a que la ausencia de la mayoría parlamentaria colocó al país en más de una ocasión ante un destino desconocido, y los partidos políticos se encontraron atados e incapaces de imponer su rumbo sobre esto desde los partidos con más escaños en el parlamento (el Movimiento Ennahda, por ejemplo), los partidos hoy han tendido a trazar nuevos equilibrios mediante la formación de frentes parlamentarios.
Buscando un equilibrio parlamentario
El secretario general del Movimiento Popular, Zuhair al-Maghzawi, reveló el jueves 10 de septiembre de 2020, el avance de las consultas sobre la formación de un frente parlamentario que incluye a 81 diputados del Bloque Democrático, el Bloque Reformador, el Bloque Nacional y Viva Túnez y varios independientes, a excepción del bloque Partido Constitucional Libre.
Al-Maghzawi dijo en un comunicado radial, que el objetivo de formar este frente es crear un equilibrio.
También señaló el peligro de algunas declaraciones en la sesión de otorgar confianza al gobierno presbiteriano, como realizar una modificación ministerial luego de su aprobación, y consideró que esto es una especie de chantaje.
Agregó que el frente parlamentario que se formará puede diferir con el gobierno, pero se acordó entre sus componentes que sería un frente de coordinación parlamentaria, como la coordinación de anteproyectos de ley y el Tribunal Constitucional, además de enfrentar cualquier proceso de extorsión del primer ministro o del presidente de la república, según expresó, llamando a la necesidad de estabilizar el gobierno del Presidium.
En los últimos días, el bloque Coalición Dignidad anunció su alianza oficial con el Corazón de Túnez.
El jefe del bloque Coalición Dignidad, Saifuddin Makhlouf, dijo que su alianza con el partido Corazón de Túnez tiene como objetivo proporcionar una mayoría que permita la continuación de las "tareas de establecimiento", incluido el Tribunal Constitucional y la reforma del sistema electoral y los medios de comunicación.
Además, se iniciaron conversaciones sobre acercamiento y coordinación entre el movimiento Ennahda y la coalición Dignidad y Corazón de Túnez.
En este contexto, la líder y miembro del Consejo de Ennahda Shura, Yusra Al-Tariki, había manifestado que la coordinación entre Ennahda y sus aliados es una coordinación parlamentaria que tiene un "mapa de objetivos", que incluye posiciones de coordinación sobre los proyectos de ley que se espera presentar al Parlamento, así como el expediente del tribunal constitucional.
La coalición de gobierno que apoyará al Mechichi aún no está formada
Respecto a si estos frentes parlamentarios son capaces de lograr la estabilidad política en Túnez, el especialista en asuntos políticos tunecinos, Ayman Al-Zamali, dijo en un comunicado a Al-Mayadeen que los frentes y coaliciones que se formaron desde 2011, no todos lograron aliviar la realidad de tensión política que caracterizó el período.
Señaló que esto se debe al carácter semiparlamentario del sistema político además de la ley electoral que consagra un escenario de racimo explosivo en todo momento y sean cuales sean los resultados.
Y añadió: "Creo que la coalición gobernante que apoyará al gobierno designado mecánicamente aún no está formada y no se ha estabilizado debido a la naturaleza de los partidos y los bloques constituyentes, que son partidos pragmáticos, activistas y bloques, si la descripción es correcta, desde las elecciones anteriores, de la gobernabilidad a la oposición según sus agendas e intereses y el desarrollo de condiciones objetivas en la realidad".
Señaló que la nueva coalición, que es sensible a sus primeros pasos relacionados con la alianza del Bloque Nacional de Reforma, el Partido Viva Túnez y su bloque parlamentario y el Bloque Nacional, además de los independientes, cuyos simpatizantes han llamado un frente centrista modernista, está bombardeada de liderazgos y profundos desacuerdos sobre roles, no de contenido.
"Puede aprender de lecciones de experiencias similares, pero su trabajo se limitará al Parlamento principalmente en lo que respecta a proyectos de ley serios que se colocan en prioridad para su consideración, incluido el fin del enfoque del Tribunal Constitucional”, agregó.
Ayman Al-Zamali descartó que las elecciones anticipadas serían una solución a la actual crisis política.
Destacó que si la ley electoral no se considera unánimemente y modifica sus fundamentos, y en un grado más profundo el debate sobre el sistema político y el acuerdo para cambiarlo en un paso valiente, el país evita pérdidas y continuas crisis políticas y se corta estrictamente sin estabilidad política continuada.